Punta Norte: Imagina el mundo, imagina el universo
¿Hay vida inteligente extraterrestre? ¿Existen los alienígenas? ¿Nos evitan? Javier Cancho reflexiona en Punta Norte de Por fin no es lunes sobre la existencia de la vida más allá de nuestro planeta y la propia humanidad.
Este domingo 5 de septiembre concluye el 'Hey Festival Querétaro', un espacio de reflexión sobre el mundo, sobre lo que está pasando y lo que está por venir. En esta edición han participado cuatro premios Nobel: dos premios Nobel en Ciencias Económicas, Esther Duflo y Joseph Stiglitz; y otros dos premios Nobel de Literatura, Svetlana Alexiévich y Jean-Marie Gustave Le Clézio. Y es este último personaje el que ha centrado la atención del faro de Javier Cancho en este Punta Norte.
En 2020, Le Clézio le escribió una carta a su nieta. Una carta escrita en el presente para ser leída en el futuro, cuando tenga 20 años, en 2040. En esa carta le cuenta a su nieta la historia de un pueblo indígena y su relación con la naturaleza, con el presente y con el futuro. Una carta de la que se puede extraer una enseñanza: la cooperación es lo que le ha permitido a la humanidad avanzar.
¿Seremos capaces como especie de coordinar nuestras acciones a una escala que nos permita solucionar los problemas más graves a los que nos enfrentamos? Las vacunas se lograron en un tiempo récord, pero ¿qué importancia tiene eso si no podemos hacerlas llegar a la mayoría de la población mundial y si incluso los que tienen acceso a las vacunas ni siquiera se molestan en ir a inocularse? A estas alturas, lo único que lograría la unión de la humanidad sería una visita alienígena.
Los extraterrestres de Avi Loeb
En Querétaro, en el Hey Festival, también ha participado Avi Loeb, el astrónomo y profesor de física teórica en la Universidad de Harvard. Loeb mantiene una turbadora teoría sobre un cuerpo celeste que cruzó el espacio en octubre de 2017. En aquella fecha, hace casi 4 años, el telescopio Pan STARRS de la Universidad de Hawái lo detectó por primera vez, y luego varios observatorios lograron seguirlo durante 10 noches. Por su trayectoria y características, los astrónomos concluyeron que era el primer cuerpo celeste que pasaba cerca de la Tierra proveniente de fuera del Sistema Solar. Lo bautizaron como Oumuamua, que en lengua hawaiana significa el mensajero que viene de lejos y llega primero.
Loeb llegó a la conclusión de que ese objeto interestelar pudo ser una sonda enviada por una civilización alienígena, o, bien, los restos de un artefacto creado por extraterrestres. Imaginemos que Loeb tiene razón. Y pensemos: confirmar la existencia de vida extraterrestre tendría una gran implicación para la humanidad. Cambiaría nuestra perspectiva sobre nuestro lugar en el universo, cambiarían nuestras aspiraciones acerca del espacio, las relaciones entre nosotros, las relaciones internacionales.