Pablo Pombo: "La polarización política es un negocio y una estafa"
Pablo Pombo reflexiona en 'Por fin no es lunes' sobre el cambio climático artificial provocado por las elecciones en Madrid que sufriremos todos los madrileños y todos los españoles. "La polarización política es un negocio y una estafa", afirma. Además, dedica unos versos de desenfreno sobre el contorno de tu ombligo.
Pablo Pombo reflexiona en 'Por fin no es lunes' sobre la actualidad política, centrándose en la convocatoria de elecciones en Madrid. "La sangre se nos altera y no solo es por la primavera. Entramos en semanas de actualidad caliente. Un cambio climático artificial provocado por las elecciones en Madrid que sufriremos todos los madrileños y todos los españoles", dice.
"Sin embargo, España no es Madrid. Y Madrid no es el interior de la M30. Es más, Madrid es mucho más que lo que este espectáculo, más bien cutre, y muy de culebrón que se nos está cocinando como si fuese un reality que por no tener, no tiene ni tensión sexual. Iglesias o Ayuso. Comunismo o fascismo. Rojos o azules. La guerra civil como eje de campaña electoral en el año pandémico de 2021. Y los egos, claro. Este exhibicionismo de pavos reales estando todo como está", declara.
"Lo que viene sólo se explica desde los movimientos internos que hay en cada partido y eso no parece muy conectado con el interés general", cuenta.
"La polarización política es un negocio y una estafa. Un negocio que consiste en retirar la oferta de proyectos y promesas políticas, en robarnos la racionalidad del debate público, para inundar el mercado con emociones primitivas, irreales y divisivas", indica Pombo.
Además, dice que es más fácil hablar de fascistas y comunistas que tener un debate serio y adulto sobre las vacunas o la recuperación económica. Revender la guerra civil es más fácil que abrir un debate serio y adulto sobre el futuro de las pensiones, la necesidad de una reforma laboral o cómo demonios vamos a sacar adelante a los españoles más jóvenes. "Es una estafa porque reduce la pluralidad del ser humano a un juego de contrarios que nos minimiza y nos enfrenta: no hay millones de fascistas en España, no hay millones de comunistas. Lo que sí que hay, en mi humilde opinión, es un país entero mereciendo una política mejor, unos políticos mejores", sostiene.
¿Es posible dividirnos todavía más?
Pablo Pombo tiene claro que nos dividiremos todavía más. "Sí, si no lo impedimos. Lo bueno de la democracia es que está en nuestras manos", afirma.
"Es curioso, hemos llegado al punto en el que a los líderes se les mide por su capacidad de dividir y no por su capacidad de unir. La culpa es de los políticos que reducen la política a este espanto. Pero la responsabilidad está en el nosotros, en si permitimos que esto ocurra y no exigimos algo mejor", sentencia Pombo.