Pablo Pombo llega a 'Por fin no es lunes' para reflexionar sobre el proceso de vacunación y el fin de la pandemia, pero antes destaca algunas de las noticias más importantes, tanto de otros países como en España. "Venimos de una semana intensa, que anticipa el mundo que viene. China lanzando una moneda digital. Estados Unidos proponiendo un impuesto global a las empresas. El FMI señalando que la economía global corre el riesgo de generar divergencias entre quienes están controlando el virus y vacunando a saco, y todos los demás. La previsión de crecimiento económico español ha caído en un tercio", explica.
No obstante, afirma que "aquí lo más comentado, Rociito aparte, ha sido que los pijos de extrema izquierda y los pijos de extrema derecha se fueron de turismo a Vallecas para jugar a la guerra civil. La campaña electoral lo tapa todo y lo explica todo. También lo de Sánchez que salió del búnker para contarnos, casi cantarnos, que vendrán las vacunas como si fuesen cacahuetes".
"Los españoles en particular y los europeos en general vamos muy retrasados", afirma. Pombo dice que "hemos perdido un tiempo muy valioso, todo el primer trimestre del año". Estados Unidos nos triplica. Gran Bretaña nos cuadruplica. "Este atraso tiene un precio que puede contarse en vidas pérdidas, la factura de restarnos armas frente a la cuarta ola y, también, una enorme factura económica. "No hay dilema, no hay que elegir entre salud y economía. La mejor política económica es vacunar, vacunar y vacunar", insiste.
De cara al trimestre que empezamos, pueden cambiar las cosas. Europa ha triplicado la capacidad de producción. "Si no hay sobresaltos, si se hacen las cosas bien, es viable alcanzar el objetivo de vacunar al 70% antes de que termine el verano. Más tarde que los demás países ricos, sí. Puede que demasiado tarde para salvar la temporada de verano, tan importante porque dependemos del turismo. Pero en términos históricos sería un gran logro. Una hazaña propiciada por los científicos, tan poco escuchados en pandemia. Sobre todo aquí", manifiesta.
"Escuchemos a los científicos. Hay preocupación por las variantes. Es probable que el enemigo evolucione y el combate se extienda. Puede que tengamos que esperar no a la segunda generación de vacunas, sino a la llegada de las vacunas universales, que es donde está el gran reto de los laboratorios. No me atrevo a decir que el final esté cerca. Pero podemos empezar a pensar que lo peor de la pandemia quedará pronto atrás", sostiene.