Alaska: El día en el que la música murió
La colaboradora de 'Por fin no es lunes' ha hablado con Jaime Cantizano sobre esas voces y carreras truncadas por un accidente de avión.
Ni las grandes estrellas de la música están exentas de la tragedia. Para Alaska, volar es algo que le da cierto respeto y, sin que sirva de ejemplo, echa la vista atrás para recordar a algunos artistas que, por desgracia, han perdido la vida en un accidente de avión.
Al ritmo de Te boté (Remix) de Bad Bunny, Ozuna, Nicky Jam, Darell, Nio García y Casper Mágico, la cantante rememora al productor José Ángel Hernández, quien falleció a la edad de 36 años. No corrió mejor fortuna Jenny Rivera, en diciembre de 2012, mientras regresaba de un concierto en Monterrey.
Del mismo modo, Alaska habla del fatal destino de Pedro Infante en 1957, de Glenn Miller en diciembre de 1944 o de Carlos Gardel en junio de 1935, artistas que dejaron su huella en la industria y cuya tragedia tuvo un gran impacto en la música y la cultura.
La pérdida de tres grandes figuras de ese momento como fueron Richie Valens, Buddy Holly y Big Popper hizo que aquel febrero de 1959 produjese "un cambio en la política de información de los accidentes en los medios de comunicación", comenta Alaska. La mujer de Valens estaba embarazada y cuando se enteró, perdió al niño que esperaba. Sin lugar a dudas, un accidente que supuso un gran impacto y que quedó reflejado incluso en canciones. Como decía Don McLean en su American Pie: ese fue "el día que en el que la música murió".