Los romanos ya se calentaban los pies con el calor que desprende este objeto
La objetología de esta semana en 'Por fin no es lunes' nos acerca un objeto que cumple una función similar a las bolsas de agua caliente, un brasero... y que nos da el calor igual que una gloria.
En Por fin no es lunes Isabel Lobo objeta sobre el calorífero, un objeto que parece una lámpara de aceite pero con más complejidad. Ahora no los conocemos tanto, tal vez suenen mucho más los espejos parabólicos con los que Marruecos quiere apostar por la mayor central de energía solar del mundo.
¿Y qué es un calorífero? Según el diccionario de higiene pública y salubridad, Ambrosio Tardieu, de 1896 es un aparato de calefacción, compuesto de un foco único y de un sistema de tubos de distribución, que se utiliza para calentar un lugar. Es similares el calientapiés.
Desde los tiempos más antiguos se han empleado los caloríferos con el nombre de hipocaustos por los romanos y de hangs por los chinos. Los hipocaustos calentaban solo el suelo de las habitaciones por debajo de las cuales pasaban.
Los caloríferos han tenido muchos nombres: rejuelas, libretes, capuchinos, y maridillos. Los maridillos, braseritos para los pies de muchas damas. Como objetoalfarero, está emparentado con las canecas de agua caliente (botellas también usadas para contener licores como la ginebra). Su uso desapareció en el siglo XX, siendo sustituido por recursos más modernos como las bolsas de agua o mantas eléctricas.
Los caloríferos pueden ser:
De aire caliente: es aquel en el que el aire quemado recorre los diferentes conductos del aparato o bien el aire exterior atraviesa los tubos metálicos en donde se calienta.
De vapor: consiste siempre en un generador de vapor con todos sus accesorios, en tubos que lo conducen a los sitios donde debe condensarse, en aparatos de condensación y en tubos destinados a devolver a la caldera el agua procedente de la condensación del vapor o a evacuarla al exterior.
De agua caliente: es un sistema de calefacción de agua caliente que se extendió en el siglo XIX tanto en grandes establecimientos como en casas particulares y es precursor de los actuales sistemas de calefacción por agua.
Y relacionado también con el calorífero es el proyecto español para desarrollar nuevos materiales para transformar calor humano en electricidad. Explicándolo rápido, con el calor que desprende nuestro cuerpo podremos cargar el móvil y todos los "gadgets" que llevamos encima todos los días.