El general Domingo Guerra, sobre la guerra en Ucrania: "Hay que empezar a pensar que el mundo es como es, no como nos gustaría que fuese"
En unos días se cumple un año del inicio de la invasión rusa sobre Ucrania, conflicto militar que ha supuesto la muerte de cientos de miles de personas y la huida de millones a través de la frontera con Polonia.
El 24 de febrero de 2022, Rusia invadió Ucrania y aunque es imposible saber la cifra de personas que han perdido la vida en el conflicto, algunas fuentes, como el jefe del Estado Mayor estadounidense, hablan de unos 250.000 fallecidos, entre ellos, más de 40.000 civiles.
A estas vidas perdidas, hay que sumar las de los refugiados que han tenido que abandonar el país. La frontera de Polonia -la principal vía de escape para los Ucranianos- ha recibido a casi 5,5 millones de personas que huían del horror. Y en ese punto está Sara Escudero, delegada de Cruz Roja en Polonia desde marzo de 2022, que explica en Por fin no es lunes cómo las necesidades de ayuda han ido cambiando según la fase de la guerra en la que nos íbamos encontrando.
18 millones de personas atendidas, 18 millones de vidas e historias
Si al principio, eran prioritarias el agua, la comida, las mantas y la asistencia sanitaria, ahora, un año después del inicio de la guerra, se necesita alojamiento temporal, asistencia psicosocial, integración de las personas ucranianas en la vida y el día a día de Polonia y aprendizaje del idioma, empleo y asistencia en el apoyo escolar.
También asegura que es muy "sencillo" hablar de los millones de personas que se han atendido porque nos referimos a ellas como un número, pero no hay que olvidar que detrás de esos números hay personas con sus vidas, sus historias y sus mochilas: "Es muy difícil cuantificar porque olvidamos esa parte cualitativa y humana".
Envío de armas de Europa
La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha puesto también sobre la mesa el debate sobre el papel de la Unión Europea y de la OTAN y ha hecho que muchos países hayan decidido aumentar la inversión en defensa (la primera, Alemania). Juan Carlos Domingo Guerra es general de división retirado del Ejército de Tierra y es autor del libro 'Soldados', en el que analiza el papel de las fuerzas armadas en la sociedad española y el papel del Ejército y los militares en el continente.
Se muestra sorprendido por toda la polémica que se originó con el envío o no de carros Leopard y asombrado de que tengan que ocurrir estas cosas para que el pueblo español se preocupe por estas cuestiones. ¿Qué suponen los carros de combate? "La cuestión fundamental es que el parqué de carros de combate en Ucrania es muy inferior al ruso y son de otra generación. Zelenski está pidiendo que le den carros de combate porque, aunque tiene muchos carros, son de otras generaciones. El Leopard le proporciona un carro de última generación y de un sólo fabricante, lo que facilita el apoyo logístico".
También se muestra contrariado ante el argumento de Unidas Podemos, que considera que el envío de armas hace aumentar la escalada de tensión: "Podemos evitar mandar armas a Ucrania y que la invadan, lo que no tiene mucho sentido. Nos decimos que lo principal es la defensa de la libertad de los pueblos, pero lo que hay detrás del empeño europeo y transatlántico es no caer en una trampa como la de 1938, cuando se hicieron la pregunta '¿qué hemos hecho para evitar esto?'", en clara referencia al auge del Nazismo y el inicio de la Segunda Guerra Mundial un año después.
"Reconocemos que detrás de lo que está pasando está el haberle permitido a Putin hacerse con Crimea y ahora hay quien dice que debemos repetirlo y dejarles que se hagan con el este de Ucrania, probablemente la zona más industrializada del país y que haría inviable Ucrania como estado soberano", explica.
"Hay que empezar a pensar que el mundo es como es, no como nos gustaría que fuese"
Esta guerra ha puesto a Europa ante el espejo de la indefensión. Se ha perdido la inocencia y se ha cambiado la idea de que siempre han sido los norteamericanos los que acudían en ayuda: "Las lecciones que nos da la historia es que después de dos años de esto, volveremos a la filosofía zen de 'todo el mundo es bueno' y 'no tiene enemigos quien no se reconoce enemigo de nadie'. Es el momento de que los europeos empecemos a pensar que el mundo es como es y no como nos gustaría que fuese. Hay que convivir con el fenómeno de la maldad en el alma de los seres humanos y con la existencia de la guerra para defender los conflictos".
Y en el caso de España, ¿está cambiando la percepción que se tiene de la defensa, del Ejército, en una sociedad marcada durante décadas por una dictadura y su complicada relación con lo militar? Juan Carlos discrepa: "Si hubiera cambiado tanto como me hubiera gustado, no hubiera escrito 'Soldados', que se escribió para hacer menos translúcidos a los militares en la sociedad española". Asegura que esto sólo sucede en España y que en su trayectoria internacional, nunca ha tenido que hablar de estas cuestiones con compañeros de otros ejércitos: "Tenemos que hacer una introspección, intentar averiguar por qué nuestra relación con lo militar es tan conflictiva. Y en la pregunta está parte de la respuesta: el pasado".
"Que estemos hablando de un pasado que influye en la opinión que los españoles tienen sobre su ejército cuando ha pasadoprácticamente un siglo de aquellos acontecimientos que justifican, aparentemente, esta cuestión -que además no es cierto- deberíamos hacérnoslo mirar", concluye.