David Jiménez: "El oficio del corresponsal empieza a estar en peligro de extinción"
El periodista y escritor David Jiménez presenta en 'Por fin no es lunes' su última novela: El corresponsal, un relato inspirado en hechos reales donde el amor por la verdad prevalece sobre la seguridad personal del protagonista.
Hay quien la define como la profesión más bonita del mundo. Otros dicen que nunca existió, pero lo cierto es que los corresponsales son nuestros ojos y oídos en cualquier lugar del mundo. A través de ellos podemos llegar a conocer países, culturas y sentir lo que sus gentes sienten.
Los corresponsales los primeros cronistas de la página internacional, testigos de noticias y momentos históricos y, a veces, protagonistas. Relatan historias que quedan grabadas en la memoria colectiva y, evidentemente, en las vidas de los que allí estuvieron y, en muchas ocasiones, no volvieron. Y es que como escribe nuestro próximo invitado, "el corresponsal nunca regresa del todo del lugar donde conoció la verdad de los hombres"
Darío Menor, Celia Maza, Agustín Alcalá, Jacobo de Regoyos... Todos ellos tienen en común que son compañeros de esta casa, de Onda Cero, y que son corresponsales, una especie de periodista en peligro de extinción, como nuestro próximo invitado: David Jiménez. Él también fue reportero en el terreno, a veces, de guerra y, a veces, de paz. También fue director de un gran medio de comunicación, pero hoy viene a presentarnos a El corresponsal, su última novela. Una historia inspirada en hechos reales que transcurre durante la Revuelta Azafrán en Birmania.
La carrera de David
Nacido en Barcelona en 1971, David Jiménez comenzó en El Mundo en 1994 y en 1998 inauguró la corresponsalía del periódico. "Me tocó cubrir una zona muy exótica y lejana como es Asia y el extremo Oriente", ha expuesto.
Lo cierto es que allí cubrió los grandes acontecimientos de la región hasta 2014. Informó dos veces, ambas en la clandestinidad, desde Corea del Norte y narró desde Pionyang el ascenso al poder de Kim Jong-un. Fue también enviado especial a los tsunamis del Índico (2004) y Pacífico (2011), siendo el único reportero occidental que permaneció en Fukushima durante toda la posterior crisis nuclear. En 2007 le tocó cubrir en Birmania la Revuelta Azafrán: "Fue el último sitio donde viví el periodismo como era antes".
"En mis últimos años de corresponsalía nos llamábamos los dinosaurios. Recuerdo que había reporteros de todo el mundo, y veíamos cómo iban cayendo, cómo los iban llamando a la redacción", ha explicado para, a continuación señalar que "es una profesión que empieza a estar en peligro de extinción".
'El corresponsal'
El corresponsal no solo cuenta la historia de Miguel Bravo, Daniel Vinton y un grupo de los reporteros de guerra; también es una radiografía del periodismo en general. Es una novela que no solo habla de los corresponsales, sino también de las redacciones “donde almas grises se peleaban por insignificantes parcelas de poder y los jefes se atrincheraban en sus despachos como si temieran que pudieran arrebatárselos”.
Sus protagonistas, un joven reportero de guerra y otro que está entrando “en la vejez prematura del corresponsal”, nos sumergen en esta “profesión de golfos y embusteros, la mejor que nunca existió”. Una profesión que conoce muy bien David Jiménez porque él fue el novato Miguel Bravo, pero también el veterano Daniel Vinton.
"El corresponsal sí es en cierto modo un homenaje a una manera de entender el periodismo con aventura, riesgo, compromiso, que da la sensación de que ha ido despareciendo", ha conluido.