Los abuelos más bravos del cine y la televisión
En Fuera de Guion de Por fin no es lunes, Andrés Moraleda recuerda algunos de los abuelos y protagonistas de la tercera edad más icónicos del cine y la televisión.
Si algo nos han enseñado el cine y la televisión sobre las personas de la tercera edad es que nunca es tarde. Por eso, Andrés Moraleda recuerda en Fuera de Guion de Por fin no es lunes algunas películas y series protagonizadas por yayos muy bravos. Como el que interpretó Robert de Niro en ‘El Becario’ (Nancy Meyers, 2015), una de esas historias que vienen a decir que nunca es tarde, en este caso para trabajar en una compañía joven de venta online. Salvando las distancias, es lo mismo que pensaron los protagonistas de ‘Sin Perdón’ (Clint Eastwood, 1992), cuando decidieron volver de su retiro para hacer un último trabajo como pistoleros en el lejano oeste.
En ‘Sin Perdón’ el motivo para vivir una aventura era el dinero, un último trabajo, pero también puede haber un móvil sentimental, como el de Alvin Straight, un anciano estadounidense que se cruzó cerca de 500 kilómetros en una cortadora de césped para visitar a su hermano enfermo. Una aventura que se plasmó en la película ‘Una historia verdadera’, de David Lynch (1999). Otras veces hace falta un pequeño empujoncito de alguien con más energía para lanzarse a la piscina, como ocurría en ‘UP' (Pixar, 2009). Parecida, pero en versión adulta, es la historia de ‘Gran Torino’ (Clint Eastwood, 2008), que es otro veterano cascarrabias que se replantea su vida gracias a un joven amigo. Y hablando de cascarrabias, hay que mencionar al abuelo de ‘Pequeña Miss Sunshine’.
Los abuelos más bravos de la televisión
Sin duda uno de los grandes atractivos de 'Pequeña Miss Sunshine' fue recuperar para la causa al veterano actor Alan Arkin (que ganó el Oscar a Mejor Actor Secundario 2006 por la película), que además es el protagonista (junto a Michael Douglas) de una serie que refleja magistralmente lo que significa hacerse viejo: 'El método Kominsky'. Esta ficción, además de hablar de que nunca es tarde, también habla de la amistad como motor para seguir adelante con la vida, aunque cueste. Un poco como una versión actualizada de ‘Las chicas de Oro’.