Madrid | 25.02.2022 14:03
Vladimir Putin se fuma un puro mientras contempla como su plan expansionista sigue adelante. Cimenta su megalomanía sobre el terror de civiles, la impotencia del gobierno agredido y las condenas hippies de los gobiernos occidentales. Si eso es todo lo que tiene que temer ¿por qué no va a seguir adelante?.
La OTAN y Europa quieren tocarle el bolsillo que por otra parte tiene bien protegido con sus amigos chinos. El si es un fascista en Europa. En una Europa que se olvidó de la primavera árabe, de Siria, de Afganistán y que ha perdido la memoria de cómo empezaron, por ejemplo, las Guerras Mundiales en su propio territorio.