Ya está confirmado. Pedro Sánchez renuncia a liderar la lucha contra Ómicron en España. Su plan es que utilicemos la mascarilla cuando sea sensato hacerlo. Y la estrategia es aguantar dos semanas a ver si escampa.
El Constitucional le ha dicho apenas hace un mes al presidente que la cogobernanza no cabe en los estados de crisis porque contraviene el artículo 116.1 de la Constitución. Aunque no parece que le importe, liderar en momentos difíciles no es una opción es una obligación. Y ahora mismo no hay nadie al frente. Así de crudo, así de real.