El juez le da 14 días más a Begoña Gómez y a su abogado para que se enteren de qué se les acusa. Han acudido al juzgado alegando que no conocían los cargos que pesaban sobre ella y el juez, para evitar la indefensión, le comunica los cargos y le da más días para que pueda preparar la defensa atendiendo a los delitos que esta misma mañana se le han comunicado.
Una maniobra dilatoria de la acusada y de su defensa perfectamente legal y escrupulosa con los procedimientos. Y así debería ser siempre en democracia, donde respetar las formas es esencial, donde no debería caber buscar atajos y donde respetar las normas es garantía de igualdad. Ojalá estos escrúpulos necesarios aplicaran siempre.