Otra vez. La Generalitat de Cataluña se niega a cumplir una sentencia judicial. Y en una actitud prepotente declara que cualquier mandato de los tribunales es una injerencia que no piensa tolerar. Es absolutamente inútil explicarle a quien tiene alma de cuatrero, que las leyes están para cumplirlas. Pero que el gobierno de España a cambio de subsistir, les mime en su regazo como en 'El Patrino' Vito acariciaba a su gato, es indecente.