La deuda pública vuelve a dispararse. Debemos un billón y medio de euros. Hagamos la cuenta de la vieja. Si debemos ese billón y medio y la riqueza que producimos, nuestro PIB anual es de un billón doscientos mil, la operación es tan sencilla como demoledora.
Debemos 300.000 millones de euros más de lo que producimos cada año. Ya me dirán cómo se puede pensar en una economía solvente, no ya para esta generación. Para unas cuentas que vengan después. Europa intenta echar una mano bañándonos en euros, pero hemos decidido boicotearnos con trabas, procedimientos, burocracia y políticas que complican la llegada de esos euros tan necesarios a la economía real.