La pandemia deja en su primer año 401.000 parados más y 750.000 personas en ERTE. Se confirma lo que decía ayer la ministra de economía, Nadia Calviño. Los datos son malos, por más que hoy el departamento de la recién estrenada vicepresidenta Yolanda Díaz diga que tampoco es para tanto, que hay casi 60.000 personas que se han colocado en el último mes. Son dos formas de ver la realidad.
El Gobierno está claro que no encuentra el camino para la reactivación económica y, por eso, el presidente acaba de confirmar que revisarán las previsiones económicas a la baja y que no prorroga el estado de alarma más allá del 9 de mayo, porque la coordinación de la cogobernanza ha funcionado, según él, de maravilla.