Conviene que Yolanda Díaz comprenda que los ciudadanos no somos tontos. A nadie le gusta pagar más por un producto si puede obtenerlo por un importe menor. Así que, cuando se cuestiona la propuesta sobre el tope del precio de los alimentos no es porque todos seamos magnates dispuestos a pagar lo que sea. Es porque se duda de la eficacia y se lee como un acto de promoción personal. Lo entienden así incluso sus propios compañeros socialistas, algunos de ellos quejosos porque les ningunee.
Díaz forma parte del que se llama gobierno de la gente. ¿no es gente el pequeño comercio que no va a poder competir con esas cestas que el gobierno está incitando a ofrecer a las grandes superficies?