La forma de gobernar, es sin duda, la expresión de un pensamiento político. Si abusas de los Reales Decretos, es que el Congreso (el poder legislativo) te parece bastante prescindible. Si respetas las competencias autonómicas pero cuando no actúan como quieres impones por la vía de urgencia, un estado de alarma, es que lo de las transferencias te sirven, hasta un límite. Y si además quieres reformar de manera express la forma de elegir a los jueces del Consejo General del Poder Judicial sin contar con los informes, por ejemplo, del Consejo de Estado por si te lleva la contraria y para, de paso, evitar contar con el PP para la renovación de ese órgano del poder judicial, estás demostrando efectivamente, qué idea tienes del ejercicio del poder.