La historia detrás de "los hijos del volcán", los niños perdidos en la catástrofe del Nevado del Ruiz
En Más de uno hemos podido hablar con Jennifer de la Rosa, una niña adoptada después de la catástrofe y ahora directora del documental 'Hija del volcán' en el que narra la búsqueda de su identidad biológica.
Madrid |
Este martes en Más de uno hemos podido hablar con Jennifer de la Rosa directora del documental 'Hija del volcán', ganador del Premio Seminci Joven 2024. La cinta narra su búsqueda de identidad biológica de Jennifer, una bebé que fue adoptada por un matrimonio de Valladolid después de la catástrofe del volcán Nevado del Ruiz en Colombia.
40 años de la tragedia del Nevado del Ruiz
Este 2025 se cumplen cuarenta años de la catástrofe del 13 de noviembre de 1985, cuando la erupción del volcán Nevado del Ruiz provocó la muerte de alrededor de 25.000 personas en los pueblos de Armero, Chinchiná y Villamaría, en el interior de Colombia. Las localidades, especialmente Armero, quedaron sepultadas bajo toneladas de lodo tras el deshielo repentino del glaciar que cubría la montaña, de más de 5.000 metros de altura. A 30 kilómetros del cráter, los 40.000 habitantes de Armero y Chinchiná, que no fueron advertidos del riesgo, vieron cómo un enorme flujo de barro y piedras arrasaba sus hogares.
Jennifer tenía menos de una semana de vida cuando ocurrió la erupción. Un año y medio después fue adoptada por una familia de Valladolid. Su madre biológica la había dejado previamente en un refugio gestionado por Cruz Roja para víctimas de la tragedia.
Al crecer, empezó a preguntarse por sus orígenes y, años después, decidió viajar a Colombia para intentar encontrar a su familia biológica con la escasísima información de la que disponía. Todo ese proceso está recogido en el documental 'Hija del volcán', candidato al Goya a mejor documental.
La tragedia del Nevado del Ruiz ha marcado toda su vida. De niña, las diferencias físicas con sus padres adoptivos generaban preguntas que no sabía cómo responder. De adolescente trató de ocultar aquello por la que le negaban el sentimiento de pertenencia a Valladolid y ya adulta terminó marchándose fuera de España, donde asumir su condición de extranjera le resultaba más natural.
A los 30 años decidió retomar la búsqueda, momento difícil para ella y para su familia, relata como una tía no aceptó bien que Jennifer quisiera encontrar a su familia biológica, motivo por el que la propia Jennifer ocultó durante un tiempo su investigación a sus padres para evitarles sufrimiento.
En total, viajó cuatro veces a Colombia en busca de cualquier pista que la condujera al nombre de su madre, Dorian Tapazco. El punto de inflexión llegó en diciembre de 2017, cuando encontró en internet a otra persona que también estaba buscando a Dorian. Aquel hallazgo fue emocionalmente difícil y necesitó meses de preparación antes de afrontar el encuentro. Finalmente, viajó a Colombia, donde las pruebas de ADN confirmaron que eran hermanas. Ambas continúan buscando a su madre. El mote de ella, “Sal si puedes”, se ha convertido en un símbolo de esperanza. Las dos hijas de Ángela Rendón están hoy felices de tener una tía española.
La búsqueda de orígenes y el acompañamiento
Para profundizar en el mundo de la adopción, también ha intervenido Antonio Ferrandis, jefe del Servicio de Adopciones Nacionales e Internacionales de la Comunidad de Madrid. Ha lamentado que aún existan jóvenes a quienes se les ha ocultado su historia y ha recordado que cada persona tiene su propio momento para buscar sus orígenes. Como ejemplo, mencionó a dos hermanos gemelos: ella acudió a la asociación con 18 años; él, con 26.
Jennifer subrayó las enormes diferencias entre comunidades autónomas y la necesidad de contar con una persona fija que acompañe todo el proceso. Reconoció que le duele haber aportado ella más documentos sobre su propia historia que los encontrados por las administraciones. En este momento, participa activamente en una asociación que trata de mejorar la situación, 'La voz de los adoptados'.