Endika recuerda las inundaciones de 1983 en Bilbao. “Empezó a salir el agua de la ría y cuando nos quisimos dar cuenta tuvimos que salir corriendo porque se lo estaba llevando todo” comenta Endika. Además, explica que el día siguiente, militares, guardia civil y ciudadanos trabajaron codo con codo para ayudar al pueblo.
Daniel también sufrió las inundaciones de Bilbao. Venían de Ginebra y decidieron pasar por la capital vasca. Empezaron a ver como la riada se llevaba los coches, entre ellos el de su hermana con su marido e hijos dentro. “Estuvimos unas 20-30 horas hasta que supimos que todos estaban bien” recuerda Daniel.
Damián tiene un bar en el pueblo de Sada, A Coruña. “Ahora mismo el local está destrozado, los muebles inservibles, las neveras estropeadas…” cuenta Damián. Le avisaron por la mañana de que estaba empezando a entrar agua e intentó recuperar lo que pudo, pero a medio día el agua ya sobrepasaba el metro de altura.
Fernando también es de Sada. “Es una zona donde todos los años hay pequeñas inundaciones, pero nunca tanto como en esta ocasión” explica Fernando. Pero lo que más destaca Fernando es la solidaridad de la gente del pueblo en momentos tan difíciles como estos.