Rafa Latorre reflexiona en Más de uno sobre el fin de la inmunidad de Puigdemont, que el independentismo ha asumido como una "nueva victoria moral". Sin embargo, Latorre señala que "hay una constante en la historia que dice que cuando a una victoria le tienes que adosar un adjetivo es muy probable que se trate de una derrota".
Además, insiste en que la retirada de la inmunidad supone que "la Cataluña independentista ya no estaría sojuzgada por un Estado fascista, sino por todo un continente fascista". También menciona que la misión principal que tuvo el viaje de Puigdemont hacia el corazón de Europa era trabajar por convencer a las democracias continentales de que España es una anomalía tiránica.
"Por mucho que hoy digan que hay 200 diputados que votaron en contra, Europa soporta un excedente de extremismo de izquierdas y de derechas cuyo único horizonte parlamentario consiste en desgastar las instituciones liberales mediante el apoyo a sus enemigos", explica, y añade que viendo el panorama de los noes también queda claro que se entendió la esencia antidemocrática del independentismo. Concluye diciendo que "la única anomalía que presenta España es que uno de los partidos de ese bloque esté en el Gobierno". "Esa sí es una victoria del independentismo sin adjetivos", asegura.