La supuesta persecución a Pablo Iglesias por las hediondas cloacas del Estado fue el late motiv de toda una campaña electoral de Podemos. Decía Iglesias que una mafia policial empleaba la guerra sucia contra una formación que amenazaba a los poderosos. En esa campaña electoral, Pedro Sánchez atacaba forma inmisericorde a Podemos. Era la campaña del insomnio, en la que Sánchez se preguntaba ante sus votantes: ¿quién podría dormir conviviendo con un socio así?
La investigación judicial del caso ‘Pablo Iglesias contra las cloacas’ dio hace poco un giro radical. Iglesias pasó de víctima a posible malhechor en ese caso. Él recibió el pendrive con material íntimo de su colaboradora Dina Bousselham y 6 meses después se lo entregó destruido. Hoy Pablo Iglesias prefiere no hablar de cloacas y quien ha asumido ese discurso es Pedro Sánchez, el mismo Pedro Sánchez que dijo durante aquella campaña: “ para tranquilidad de todos los españoles: esa mal llamada 'policía patriótica' desapareció en cuanto entramos en el Gobierno de España”. Un nuevo desmentido de Sánchez a Sánchez para proteger a su ministro Grande Marlaska, de quien asegura que está luchando contra una policía patriótica que chapotea en las cloacas del Estado que él mismo gobierna desde hace nada menos de dos años.
¿Se entiende lo desesperado de este plan de fuga, verdad? Recopilemos. El cese de Pérez de los Cobos fue según el Gobierno: por pérdida de confianza, por el dispositivo de Galapagar, por una reestructuración normal de los equipos, porque filtró el informe a los medios, porque pertenece a una policía patriótica… ¿en qué quedamos?
Concluyo recordando que la única prueba que consta es un documento interno firmado por la directora de la Guardia Civil que confirma que el cese de Pérez de los Cobos fue por no advertir al Gobierno de una investigación que le afectaba. Punto.