Fernando Ónega: "Empiezo a temer que la víctima del coronavirus sea el modelo autonómico"

Ese alto porcentaje de españoles que piden colaboración de los gobiernos regionales y el del Estado lo que hacen, en el fondo, es pedir lo mismo que propuso Pedro Sánchez cuando habló de cogobernanza. Cogobernanza es eso: renunciar al mando único que se ejerció en el estado de alarma y gobernar juntos la crisis.

¿Qué ocurre? Que el gobierno central se quitó de en medio, dejó la capacidad de decisión en las autonomías como diciendo "ahí os dejo el muerto", y se produjeron situaciones como la de Madrid: que la colaboración degeneró en enfrentamiento de partidos, la crisis se agravó, está a las puertas del colapso de los hospitales, y Madrid tuvo que gritar: socorro, Moncloa, solos no podemos.

Como Madrid es una bomba vírica, pero también una bomba informativa, la gente entendió que, en vez de colaboración o cogobernanza, lo que hay es una guerra. Ahora vamos a un armisticio con un Sánchez que aparece por carta como salvador y en nombre precisamente de la cogobernanza. ¿Fallan las instituciones? Puede ser. Pero lo que falla, sobre todo, es la eficacia de los poderes ejecutivos en un país que se pregunta cada día por qué estamos peor que los demás.

Y creo que hay un indicio inquietante: empiezo a temer que la víctima sea el modelo autonómico. Si las autonomías, por ejemplo Madrid, se ven incapaces de parar por sí solas el avance del virus y tienen que acudir al gobierno central protector, el sistema autonómico habrá dado un paso atrás.