Madrid | 23.02.2022 07:51
¿Un escaño, me dices? Hombre, como dirían en mi pueblo de Lugo, mal no le viene. Por eso se dice que el único problema de Feijoo es no poder medirse cara a cara con Sánchez en el Congreso para que el gentío pueda comparar. Y por eso se acaricia hacerlo senador autonómico para que al menos una vez al mes ambos puedan debatir. Pero todo es relativo.
En cuanto al conocimiento público, el señor Tezanos dirá, pero Feijoo es el político más buscado por los informadores cuando pasa algo. Sale más en los telediarios que todos los ministros de Sánchez juntos. Y respecto al debate parlamentario, empiezo a creer que no tener escaño en el Congreso empieza a ser una ventaja. Los debates habituales son los de lasesión de control y sirven para insultarse,no para confrontar ideas. Y el Parlamento hace tiempo que dejó de servir para el lanzamiento de líderes.
Hoy, como se sabe, el parlamento de verdad está en las tertulias. Los debates se hacen en los medios de comunicación. E incluso los medios tradicionales están siendo marginados por las redes. Las grandes batallas se dan en esos contenedores, que ya entran por todas partes, por el ordenador, por la radio, por el teléfono y, si me apuran, por el frigorífico. Ahí es donde está el debate, la exposición de ideas.
Quien aspire a gobernar tiene que ganar a la opinión pública. Y a la opinión pública se la gana con nuevas ideas, buenos proyectos y un buen resultado de gestión. Y esos son, casualmente, los valores de Feijoo.