Rubén Amón indulta a la alcaldesa de Gijón: "Aquí no hablamos de toros, sino de libertades"
Rubén Amón indulta en 'Más de uno' a la alcaldesa de Gijón por la suspensión de las actividades taurinas, "una decisión unilateral y caciquil".
Madrid | 31.08.2021 10:41
Vais a permitirme rescatar un expediente veraniego que concierne a la alcaldesa de Gijón, artífice de una decisión unilateral y caciquil que implica la suspensión de las actividades taurinas.
No le gustan a la socialista Ana González los toros, como no le gustan a Pedro Sánchez, aunque impresiona las razones que ha esgrimido para abolirlos.
Resulta que se lidiaron en el ruedo de Gijón un toro llamado Feminista y otro Nigeriano. Y que le correspondió lidiarlos a Morante de la Puebla. O sea, el torero de Vox ejecutando a una Feminista y a un Nigeriano en la misma tarde.
Como si el fervor de las redes sirviera para encubrir la pulsión prohibicionista y moralista
Esto se ha acabado, decidió entonces la alcaldesa. Y sobrevino el bando de la censura. No ya prevaricando, sino demostrando al mismo tiempo una extravagante ignorancia.
No ya porque a Morante le tocaron los toros por sorteo. Así son las reglas, sino porque los ganaderos bautizan a las reses no para humillarlas ni degradarlas, sino para rendirles homenaje.
Bien lo supo Clemente Tassara cuando las autoridades franquistas le obligaron a cambiar el nombre del toro de la alternativa. Se llamaba Comunista, pero resultaba inaceptable no dar muerte a un comunista en Sevilla, sino homenajear a un toro bravo con semejante patronímico.
Ya ve, alcaldesa, el escarmiento. Repare usted en el esperpento que ha protagonizado usted misma, aunque la jaleen los antitaurinos, los animalistas y quienes transigen con un modo de gobierno caciquil y de posguerra, como si Gijón fuera de usted.
Y como si el fervor de las redes sociales sirviera para encubrir no el peligro de la tauromaquia, sino la pulsión prohibicionista y moralista. Porque aquí no hablamos de toros, sino de libertades, ya ve alcaldesa.
Y no tardará en salir al ruedo un toro que se llame Socialista. Lo aplaudiremos entonces, conscientes de que ese toro es lo único socialista que queda en el erial de la política española.