Las víctimas inocentes de la guerra son la más bruja realidad,
Compensada, eso sí, con lo mejor que existe, la solidaridad.
Lo vimos el lunes, con los refugiados ucranianos, en Pozuelo.
Conversaste con Mariam Martínez y Carolina Aguado, su consuelo.
María conmovió, y te habló Borja desde Moldavia: la guerra da un repelús,
No lo que contó Diana Rodríguez en la parroquia de Santa Teresa de Jesús:
Allí hay esperanza, como la de Andrei y Bogdan, con sus ilusiones,
Que te describió Almudena Pajares en el colegio Sagrados Corazones.
No tiene corazón el Gobierno, aunque la ministra Ribera lo defendió.
Yo defiendo al gran Manuel Alejandro, que sus canciones recordó,
También a Pura, su querida mujer, su inspiración y sus mercedes,
Como las que tiene la señora actriz,doña Marisa Paredes.