EL MONÓLOGO DE ALSINA

El monólogo de Alsina: Comienza la gran semana cofrade con la hermandad de los EREs procesionando por el juzgado de Alaya

Les voy a decir una cosa.

Procesiones, torrijas, atascos de salida, películas de romanos y sí, como el título de la película, también la lluvia.Si empieza la Semana Santa, entonces llueve.

ondacero.es

Madrid | 22.03.2013 20:28

Cuánto cofrade estará rezando hoy para que Dios imponga a las nubes un corralito de agua: tope de gotas por nube, lo justo para cumplir la tradición de los paraguas pero respetando la salida de los pasos sobre sus andas. Cuánto cofrade estará rezando y cuánto turista playero, ansioso por llegar al apartamento para descubrir que no para de caer agua y ya se ha inundado la terraza.

El pronóstico dice que hasta el miércoles no se libra de mojarse ni Falete, que hoy de la piscina descansa. Jueves y viernes ya será otra cosa, con cielos despejados y procesiones luminosas. Comienza la gran semana cofrade con la hermandad de los EREs procesionando por el juzgado de Alaya y con Luis Barrabás Bárcenas fingiéndose cansado de tanto responder y tanto escribir a mano. Dos no declaran si ninguno de los dos quiere, y hoy ni Bárcenas ni Juan Lanzas quisieron decir ni media a Ruz y a Alaya, con lo locuaces que fueron ambos tiempo atrás y en otras circunstancias, ¿verdad?, cuando el ex tesorero presumía de su habilidad inversora para sacarle más partido que nadie a la bolsa y el ex sindicalista alardeaba de no tener que trabajar porque se había hecho millonario, “tengo tanto dinero que no sé cómo gastármelo”.

En la Audiencia Nacional alguien comentó esta mañana que les estaba bien empleado: tanto pulso entre Ruz y Bermúdez por ver quién interrogaba hoy a Bárcenas, tanto juego de sogatira entre los dos magistrados, y cuando llega la hora de empezar a hacer preguntas va el imputado y alega que se ha cansado. ¿Cansado de qué?, si todo lo que tiene que hacer es responder a lo que le pregunten. Pues de eso precisamente, de haber comparecido ya ocho veces ante un juez se declara harto el pobrecito compareciente. “Ya no hablo más”, dice ahora aquel que insinuó que podría tirar de la manta. Ni habla ni escribe. Ha dejado de resultarle entretenido que lo sometan a pruebas caligráficas, igual porque ya le han explicado que intentar cambiar de letra a estas alturas no cuela: sus anotaciones han sido más examinadas ya que el voto de Pandev para el balón de oro.

En el frente Bárcenas, por tanto, sin novedad para la instrucción. En el frente de los EREs, corrupción en Andalucía, más imputados que acaban en la prisión preventiva. De madrugada se fue para la cárcel el gran conseguidor, Lanzas, cuyo interrogatorio fue visto y no visto porque él tampoco declara. Declara que no quiere declarar. A ver, ponte a explicar el origen de los ochenta y dos mil boniatos que guardabas debajo de la cama: el origen y por qué lo tenías ahí, escondido y en efectivo, existiendo esa cosa llamada “bancos”. Dices: será que es un ahorrador prudente que le teme a un corralito a la chipriota. Será eso, sí, y Bárcenas amasó veinte millones acertando en los valores por los que apostaba.

Explicaciones siempre puedes dar, otra cosa es que el juez de instrucción las crea. El abogado de Lanzas dice que los 82.000 euros los sacó su cliente de su cuenta corriente para que su familia pudiera seguir viviendo caso de que él ingresara en prisión. ¡Vaya!, sí que piensa estar tiempo en chirona, 80.000 euros para ir tirando. También podía haberle firmado una autorización a su señora para el banco le diera acceso a la cuenta, pero pudiendo sacar la pasta en billetes, pudiendo repartirla en sobres y meterla en la caja de una máquina de escribir debajo del somier, ¿qué necesidad tienes de hacer las cosas a la manera de la gente honrada?

La juez, que a estas alturas ya no descarta nada, ha enviado a la guardia civil a registrar un cortijo del pueblo de este rey de las camas porque sospecha que en algún lugar está escondido más dinero y más papeles. Un “zulo”, dicen los investigadores, aunque eso suena a ETA y esto es más bien una cosa de jetas, más que zulo es el cofre del tesoro, y lo siguen buscando. Creen que Lanzas amasó hasta tres millones de euros. No son los 22 de Bárcenas pero tampoco está mal para alguien que declara un salario normalito.

Mientras los jueces indagan en el dinero negro que acumularon presuntos chorizos, miles de ciudadanos honrados esperaban a saber hoy qué pasa, al final, con la parte de sus ahorros que invirtieron en preferentes. Hoy era el día de la fumata blanca del FROB, el desenlace a este viejo asunto que se llama “las preferentes”. O, por ponerles apellido --porque es, de los nacionalizados, el banco que más clientes en esta situación tiene- las preferentes de Bankia.

Las preferentes son, como saben, este producto que lanzó la banca para tener capital cautivo; en muchos casos se lo colocó a clientes que no sabían dónde se metían -el matrimonio jubilado que siempre se fió del director de la oficina- y, en otros, a clientes que sí sabían, perfectamente, lo que hacían pero se dejaron seducir por la elevada rentabilidad de aquella cosa. La letra pequeña de la inversión decía que el capital no se podía recuperar durante años y años. Cobrabas el cupón, los intereses, pero el principal estaba secuestrado.

El objetivo de los tenedores es recuperar su inversión. Podrán hacerlo aquellos que reúnan las condiciones para ser declarados vulnerables, es decir, aquellos casos en los que quede claro que el cliente no sabía dónde se estaba metiendo. No lo harán los demás, que tendrán que resignarse, sí o sí, a perder dinero. La pregunta es cuánto. A cuánto asciende la quita, es decir, qué porcentaje de la inversión se declara perdida.

Los clientes de NovaGalicia y CatalunyaBanc -bancos que no cotizan- verán canjeadas sus preferentes, aplicando el descuento, claro, por dinero que aportará el Fondo de Garantía de Depósitos, es decir, entre todos los bancos, que tendrán que poner en total dos mil millones de derrama. Los clientes de Bankia, que sí cotiza, verán sus preferentes (después de aplicar la quita) transformadas en acciones de la entidad. Cuánto tenía invertido usted, le quita un ... % (que se le ha evaporado) y ahora por cada céntimo le dan una acción de Bankia. Éste es el segundo dato que hoy ha facilitado, por fin, el FROB: lo que los técnicos llaman “la dilución del valor”; traducido: cuánto vale hoy una acción de Bankia. Dices: valdrá lo que se pague por ella en el mercado. No exactamente. Desde este momento, cada acción de Bankia vale 1 céntimo de euro.

Ahora Bankia tiene más títulos que el Barça. De entrada, los accionistas del banco (los que han conservado sus títulos aun sabiendo que esto iba a pasar) pierden dinero porque compraron más caro que lo que ahora valen.

Pierden dinero en cuanto vendan. Para que acaben ganando sólo hay un camino: que a partir de ahora las acciones de Bankia suban y suban y suban y no paren de subir. Ése es el desafío Goirigolzarri, hacer rentable el banco rescatado (devolver al Estado el dinero que ha metido) y lograr que el valor de la acción (despejadas ya todas las incógnitas que hasta ahora pesaban) inicie un camino ascendente y sostenido. Convertir al antiguo enfermo terminal en un atleta. ¿Será capaz Goirigolzarri? Ni siquiera él se atreve a garantizarlo. En su entorno lo que dicen son dos cosas: es un banquero profesional, (no es Blesa, no es Rato) y o lo consigue él o no lo consigue nadie. El domingo de resurrección aún no ha llegado.