Monólogo de Alsina: "Autoaclararse"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre las declaraciones de Feijóo en cuanto a los contactos del PP con Junts.
Madrid |
El día en que Nogarejas, pueblo de León, que no llega a doscientos cincuenta habitantes, en el camino de La Bañeza a Puebla de Sanabria, acogerá el entierro de un guardia civil. David Pérez Carracedo nació en Barcelona, residía en Navarra –--donde tiene su sede el Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil--- y estaba destinado estos días en Cádiz (lejos de casa fue a sorprenderle la muerte), pero sus raíces, el pueblo de la familia, es Nogarejas. Y en Nogarejas será donde sus restos sean hoy inhumados.
A Miguel Ángel González, guardia civil submarinista del GEAS, natural de San Fernando, lo despidieron ayer sus compañeros en la catedral de Cádiz. Compañeros y familiares, féretro al hombro y entre lágrimas.
Está previsto que sea hoy cuando un juez empiece a ocuparse de los ocho individuos que han sido detenidos por el doble crimen del viernes por la noche en Barbate. Seis estaban en la lancha que embistió a la embarcación de la zodiac guardia civil, catorce metros una, apenas cinco metros la otra. Los otros dos detenidos fueron a buscarles a Sotogrande en coche, después del asesinato y de la fuga. Las asociaciones de la Guardia Civil piden ---o exigen--- que se esclarezca, y se dé a conocer a la opinión pública, cómo se llegó a producir una situación tan desigual (y tan arriesgada) como esa: enviar una zodiac a enfrentarse a una lancha de ese tamaño y conducida por delincuentes que se la tienen jurada a los guardias. Empezando por ese tipo al que apodan Kiko el Cabra.
En La Brújula, recién ocurrido el asesinato el viernes, Agustín Leal, de la asociación Jucil, distinguía responsabilidades. La autoría del crimen es de quién es, el Cabra y los suyos; la responsabilidad de asignar recursos y, conforme a los recursos disponibles, decidir qué se hace (y qué es mejor no hacer) es del mando de la Guardia Civil.
El ministro Marlaska no tiene la culpa de que unos narcos decidan embestir a una zodiac de la Guardia Civil
El ministro Marlaska pasó ayer el mal trago de escuchar cómo la viuda del guardia civil Carracedo, en el funeral en Pamplona, le instaba a no ser él quien colocara sobre el féretro la condecoración a título póstumo.
El ministro Marlaska no tiene la culpa de que unos narcos decidan embestir a una zodiac de la Guardia Civil. Y está tan desolado por lo ocurrido como todos los compañeros y superiores de los dos guardias asesinados.
Expresamente, ha dicho que es un doble asesinato que no quedará impune. Pero lo que se le reprocha al ministro, o al ministerio (elevando responsabilidades en la cadena jerárquica) es haber puesto en riesgo innecesario a los guardias enviándoles a enfrentar una lancha de narcotraficantes sin medios adecuados. Y sobre eso es sobre lo que habrá de ofrecer información el ministerio. Cómo se valoró la situación (narco lanchas refugiadas del temporal en Barbate desde el día anterior) y por qué se decidió actuar pese a contar solo con la zodiac.
Al ministro Grande Marlaska le plantea la pregunta directa Javier Chaparro en el Diario de Cádiz: ‘¿Qué hacían los agentes en una pequeña lancha mientras las narcolanchas pasaban a su lado a toda velocidad? Responde Marlaska: ‘El estado de la mar exigió abordar la cuestión en los términos en que se hizo. Son cuestiones de carácter técnico y la actuación fue impecable, técnica y humanamente’. Añade, reafirmando lo que ha dicho: ‘Fue la actuación del guardia civil que patroneaba la embarcación la que hizo que no todos sus ocupantes fallecieran’.
Elecciones en Galicia
A mediodía publicará Tezanos su última apuesta para el domingo. Encuesta flash, esta cosa que se inventó para hacer aparecer al CIS con la campaña electoral ya avanzada. Según el gobierno, acuérdese, Tezanos es el que acierta en las encuestas, aunque ni en mayo ni en julio diera pie con bola.
A seis días del desenlace en Galicia, el PSOE se encomienda a sus dos competidores para poder celebrar algo el domingo: Pontón, o sea el Bloque, y Feijóo, o sea el PP. El Bloque es competidor de aquella manera, porque solo si sube lo bastante para compensar la flojera socialista y la pequeñez de Sumar podrá existir un gobierno de izquierdas. La meta es un gobierno de coalición, aunque no hayan concurrido juntos a las urnas. Y el PP es el adversario, pero es a los errores o patinazos del PP a los que fía su campaña el PSOE. Solo hay que ver (y oír) a Zapatero.
Dices: ¿está hablando de Sánchez? Que pasó de ver al independentismo como refugio de violentos en 2019 a indultar a los condenados del procés (2021) y ahora va camino de beatificar a Puigdemont (2024). ¡No! Está hablando de Feijóo, porque leyó Zapatero en algunos diarios, como leímos todos, que Feijóo está por indultar a Puigdemont, ¡pero qué me estás contando! La sorpresa del fin de semana. Que resulta que al presidente del PP no se le ha ocurrido nada mejor que dar un giro (así decía El País), dar un giro a su posición sobre Puigdemont en plena campaña electoral gallega. Y dicen en el PSOE: ahí está, la prueba de que Feijóo es como Sánchez, que dice una cosa, pero acaba haciendo otra.
Bueno, antes de que el amnistiado vip, señor Puigdemont (president Puigdemont para el president Zapatero)se haga ilusiones, aclaremos que va a ser que no. Que Feijóo no lo va a indultar. Primero, y principal, porque el presidente del gobierno no es Feijóo, sino Sánchez. Segundo, porque para cuando Feijóo pueda estar en condiciones de indultar a alguien (2025, 2026, 2027) Puigdemont ya habrá sido amnistiado, sea como sea y tenga que decir la ley lo que tenga que decir. Y tercero, porque lo que Feijóo plantea es una ristra de condiciones de obligado cumplimiento para indultar a cualquier cabecilla del procés que no es que no pueda ser indultado Puigdemont (que no cumple ni una), es que no lo sería ni Junqueras, que alguna cumple porque al menos él si fue juzgado.
Frase que se escuchó ayer a un alto dirigente del PP, tan alto que más arriba ya no hay: ‘Para indultar a Puigdemont tendría que dejar de ser Puigdemont’.
Dices: y si no hay nuevo, ¿entonces por qué se ha montado este lío? (Lío hay, con el PP obligado a explicarse y con el PSOE y Voxentonando a dúo esta canción que dice: ay, Feijóo, que tienes engañados a quienes te votan). El viernes, en un encuentro con periodistas un altísimo cargo del PP explicó que Junts puso precio a la investidura, la amnistía, y se le dijo que no en menos de veinticuatro horas. Lo dijo como demostrando contundencia: en menos de veinticuatro horas.
Pero los presentes lo interpretaron como que alguna vuelta, durante veinticuatro horas, se le dio. Luego explicó que el indulto, a diferencia de la amnistía, sí es constitucional, pero que no puede ser arbitrario. Primero hay que juzgar y condenar al aludido y luego examinar las circunstancias. Condiciones que pone el PP: compromiso de no volver a delinquir, asunción de la culpa, acatamiento de la Constitución. ¿Pero entonces indultaría usted a Puigdemont?
Los contactos del PP con Puigdemont
Eso es un no. Pero si usted quiere, puede verlo como un sí condicionado. Te indulto si primero vienes a España, te detiene la policía, te juzga el Supremo, te condena, ingresas en prisión, te arrepientes, prometes no hacerlo más, juras defender la Constitución y luego ya te perdono una parte de la pena. ¿Qué dices, Puigdemont, te hace?
La respuesta ya la dio. Y es que no. Pero no se la dio a Feijóo. Se la dio, según tiene contado el propio Puigdemont, a los emisarios socialistas que le ofrecieron justo esto la legislatura pasada; en secreto, porque verse con el de Waterloo aún estaba proscrito en el PSOE la legislatura anterior. Dijo que no porque eso sería admitir que el Estado de Derecho en España funciona también para él. Y aquí tiene que quedar claro que para él, no.
Hay quien, dentro del PSOE, pone velas estos días a la virgen de Bruselas para que Puigdemont se arranque con revelaciones asombrosas sobre sus contactos con el PP que dejen a Feijóo a los pies de los caballos. Le leyeron en la carta del otro día lo de ‘todo se sabrá’ y anhelan que empiecen a destaparse terribles secretos. Bienvenida sea la transparencia, aunque sobre lo suyo la tenga prohibida Santos Cerdán.
Sánchez no para de manifestar en las entrevistas que da su convicción de que Feijóo, si fuera presidente, también haría una amnistía. De derechas, pero amnistía. Hasta es posible que de verdad lo piense. Lo cierto es quien trata de persuadir a Puigdemont para que se deje amnistiar es él. Quien hizo de la necesidad virtud fue él. Y quien, de haber gobernado Feijóo y haber amnistiado Feijóo a Puigdemont estaría denunciándolo como una afrenta al estado de derecho, también sería él. Se escandalizaría, como hizo el Pedro pretérito, de que políticos concedieran el privilegio de la impunidad a otros políticos. Y de la mano de Sánchez, todo el PSOE se habría escandalizado. Y habría prometido que el día que llegaran ellos al gobierno prohibirían cualquier clase de amnistía. Si nos ponemos a fabular, fabulamos todos.