"Habéis liado una buena los andaluces con las autonómicas"
A las ocho de la mañana, las siete en Canarias. Les digo una cosa. Llegué ayer a Sevilla. Abrigado. Pregunté: “¿Estas temperaturas aquí son normales?” Me dijeron: “Si, pero más adelante”. Pregunté también: “¿Y Susana al final será investida?” Me dijeron: “Sí, pero más adelante”. Digo: “¿Y Mercedes Alaya rematará alguna vez el caso de los ERES?” “Si pero más adelante”. “Oye, ¿y Zoido volverá a ser alcalde?” “Ufff, eso ya….” Está la cosa apretada.
La noche de gloria que vivió Zoido hace cuatro años, arrasando, mayoría absoluta en la ciudad bastión de los socialistas, fue “una” noche. La próxima, la del 24, parece que va a ser de amarga victoria, como decía Felipe. Ganar, gana, pero perdiendo un porrón de concejales y abriendo la duda de si podrá seguir gobernando. Aquí, en Sevilla, como en tantas otras ciudades, el gobierno municipal puede cambiar de signo y de manos.
La verdad es que como el CIS esté en lo cierto, la noche del 24 va a quedar un mapa político en los ayuntamientos que no los va a conocer ni la madre que los parió, que diría un ilustre paisano de ustedes vosotros que se llama Alfonso Guerra. Por eso lo más inteligente que puede hacer un dirigente político con las encuestas es lo que hace Pedro Sánchez. Cuando va a una ciudad donde el sondeo da perdedor al PSOE dice: no os creáis el sondeo. Pero cuando la misma encuesta refleja que el partido remonta en el conjunto de España dice lo contrario: ahí está, ¿veis como vamos bien? ¿Véis como mi liderazgo es cada vez más sólido? ¿Lo ves, Susana? ¿Lo ves o es que no lo quieres ver?
Habéis liado una buena los andaluces con las elecciones autonómicas. Este parlamento que habéis elegido en no para de reunirse para no elegir a Susana. Otra vez mañana a sumar síes y a comprobar que siguen siendo más los noes. Susana descompuesta. El PSOE hecho un lío. Ciudadanos crecido. Podemos, menguando. Y el PP afianzando su condición de alternativa. Así lleva treinta años, afianzándose. Somos la alternativa. Seguimos siéndolo. Quién les iba a decir a Chaves y Griñán que no llegarían vivos al otoño. Quién les iba a decir que los suyos les invitarían a marcharse con tantas ganas. Ya sabéis que Albert Rivera sigue, ere que ere, pidiendo que le entreguen la cabeza de Chaves para exhibirla ante la opinión pública como un trofeo. Algo tiene Rivera contra Chaves porque al final siempre está pidiendo que se marche: si no es por los eres es porque tiene más de cuarenta años, un vejestorio, una rémora. Véte o vete. Y por si Ciudadanos fuera poco, Podemos se suma a la moción desalojo. Para ser un partido tan beligerante con los desahucios, con Chaves hacen una excepción: están locos por desahuciarle. No le salva ni apelidarse parecido al comandante. Chaves.
Cuando Griñán salió de aquí por piernas en julio de 2013 y caminito del Senado ya dijimos que ese hombre se iba a a aburrir una barbaridad en la Cámara Alta. Lo más animado que hay allí es la sesión de control al gobierno y se tira un rato largo preguntando José Montilla. Hazte una idea de lo que es eso. Cuando parece que ya nada puede ser más aburrido, le toma el relevo Marcelino Iglesias. El cuerpo te pide que aparezca por allí Leonard Cohen a cantar algo. Algo triste. Para acompañarlos.
Griñán no ha podido más —él es un hombre de acción, apasionado, hiperactivo—- y es natural que aburrido de la vida haya decidido irse a su casa. Los del PP dicen: es por los eres. Los de Ciudadanos: es por nosotros. Los de Podemos: es porque se derrumba la casta. Pero es por aburrimiento. Aburrido del Senado y aburrido de que su partido le lance indirectas todo el tiempo. Esto de: “Hay que ver, Pepe, con lo bien que estarías tú paseando por el Parque del Alamillo o viéndote un dvd en el sofá de casa. Qué necesidad tienes de seguir aquí, con lo incómodo que se te ha vuelto el escaño”. A lo Aznar:“Váyase, señor Griñán, váyase”. Oye, Aznar tiene una fijación con el irse y el volverse. Ayer debutó en la campaña electoral —sí, a favor del PP— y estuvieron a punto de ponerle música navideña porque le copió la idea al anuncio de El Almendro. A los votantes del PP descontentos, a los defraudados, a los que se han sentido traicionados estos años les dice Aznar que vuelvan. “Volved, volved, volved, volved a casa, hombre”. Vuélvase, señor votante, vuélvase.
Aunque Rajoy tenga por Aznar tanta simpatía como por Esperanza Aguirre, cero repatatero, está contento de que los dos se pongan a dar mítines porque les reconoce un tirón que los demás dirigentes no tienen. Él está haciendo sus pinitos en esto del contacto con el pueblo votante. Ayer estuvo con Monago pateándose Villanueva de la Serena y escuchando las inquietudes de los votantes. 45 minutos alternando con seres humanos normales. Y ojo que el presidente le está cogiendo gusto. A este paso acabará saliendo a pasear incluso cuando no necesite el voto de nadie. Es verdad que los votantes, un tanto tímidos, estuvieron más interesados por hacerse un selfie presidencial que por hablar de los problemas del país. La pregunta que más veces le hicieron a Rajoy fue: “Hace calor, ¿verdad?” Y ahí Rajoy, sin necesidad de argumentario, salió airoso respondiendo: “Sí que lo hace, sí, en eso vamos a estar todos de acuerdo”. Luego dicen que en España no se alcanzan consensos. En que hace un calor de muerte estamos todos de acuerdo.
Pero desafiando al calor, que en Madrid también o hace, Rajoy se subirá hoy a una bicileta para darse un agradable paseo con Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Reclamemos desde este momento a los participantes en la prueba ciclista (la caravana multicolor) juego limpio, señoras, juego limpio. Las cosas que hay que hacer en campaña. Venga, vámonos a dar una vuelta en bici. ¿Da votos montar en bici en pandilla? Pues debe de darlos porque si no Rajoy no lo haría. Y Esperanza con Rajoy menos.
La campaña sigue su curso mientras aquí, en Andalucía, sigue sin curso Susana Díaz. Atrapada en su día de la marmota:“La investidura pesadilla”.
A Susana le está pasando un poco lo que a Pablo Iglesias. Que perdido el efecto novedad, desata ya menos pasiones. En Madrid, por lo menos. Antes iba Susana a Madrid, a un desayuno informativo, decía “Cataluña es España” y la prensa conservadora se derretía por ella. Qué gran lideresa, decían, es como Bono pero en señora moderna, y sin populismo. Bueno, con menos populismo. Y ahora, sin embargo, yo noto que ya no es igual. Que los comentaristas que se morían de gusto con ella le encuentran defectos y y no la ven no tan brillante ni tan astuta. Dicen: se está deshinchando. Hombre, precisamente ahora…deshinchándose no está. Es usted, que la ve distinto. Ella no ha cambiado. Lo que pasa es que antes sólo dependía de si misma y ahora, que si Marín, que si Teresa, que si Moreno Bonilla. De Maíllo no nos acordamos ninguno. ¿De quién? De Maíllo, el de IU.
El nuevo hecho diferencial de Andalucía es que sigue imparable, ¿verdad?, pero sin gobierno. La única comunidad autónoma de España con presidenta eternamente en funciones.
Con menos de eso Artur Mas te declara la independencia.
Os dais cuenta del tiempo que llevamos sin dedicar media tertulia a Artur Mas.
Esto también lo pregunté al llegar ayer.
“¿Usted cree que volveremos a hablar de Artur Mas?” “Sí, pero más adelante”. Se le está resistendo la guerra de sucesión. A este paso la vuelve a ganar Felipe V.
“¿Y usted cree que volveremos a hablar de la infanta, y de Urdangarín?” “Sí, pero más adelante”.
Agradecido de veros a todos. Me habían dicho: a esas horas, difícil que vaya alguien a echarte una mirada. Sé que habéis venido a ver a Juan Ramón Lucas y os anuncio que enseguida estará en este escenario haciendo equipo.
Como el Betis, que está imparable.
Y como el Sevilla.
Ayer llegué a Sevilla, abrigado.
Pregunté: “¿Jugará el Sevilla la Champions?” Y me dijeron: Sí….pero más adelante.