Monólogo de Alsina: "No es fácil, estos días, ser Gabilondo"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo de Más de uno sobre las incoherencias de la campaña electoral de Ángel Gabilondo.
Madrid | 13.04.2021 09:04
Ánimo, Gabilondo, que ya sólo quedan tres semanas. Qué suplicio de campaña para don Ángel, el sosegado profesor que a estas alturas de su vida ya esperaba ser Defensor del Pueblo. Entre lo que le está costando interpretar con credibilidad el guión (flojo guión) que le escriben en la Moncloa y los descosidos que le hacen altos cargos que se desvían, sin querer, del argumentario, cada jornada es un desafío. Como siga mucho tiempo agarrado a la partitura que le pasan corre Gabilondo el riesgo de perder algo peor que unas elecciones: su crédito como persona seria.
El domingo dijo: ‘Hay más probabilidad de morir de Covid en Madrid que el resto de España’. Y ayer le preguntan los periodistas a Fernando Simón y lo desmonta.
"Tirar a la cabeza del adversario los indicadores de la epidemia es una operación de alto riesgo"
Morir, desgraciadamente, se muere en la misma proporción en toda España. Donde hay más contagios, claro, más casos y más fallecidos. A mayor incidencia, peor pronóstico. También le hicieron decir a Gabilondo: ‘Ay, Madrid, más de trescientos casos de incidencia acumulada, qué pasará cuando llegue a quinientos’. Miren, hace tiempo que en España se sabe que tirar a la cabeza del adversario los indicadores de la epidemia es una operación de alto riesgo. Por dos razones: una, que de una semana para otra los indicadores pueden cambiar mucho; regiones que un día eran la envidia del país un mes después sufren la situación más grave (Barbón, en Asturias, o Puig, en la Comunidad Valenciana pueden dar fe de ello). Y dos, que el empeño en demostrar que con gobiernos autonómicos de un signo determinado los números son peores ha naufragado siempre en estos trece meses que ya llevamos. Y sigue naufragando.
Gabilondo y el aspirante socialista a gobernar Madrid, que es Sánchez, ponen el grito en el cielo por los 336 casos de incidencia acumulada en Madrid. Pero ocurre que la comunidad con mayor incidencia hoy no es Madrid, sino Navarra. 425 casos por cien mil. Es probable que ese a escenario que tanto teme Gabilondo, los 500 casos, llegue antes Navarra que Madrid. Y en Navarra quien gobierna es el PSOE. Pero bueno, pasan los meses, pasan las olas y nuestros próceres, que saben de sobra todo esto, siguen jugando a los buenos y los malos.
El presidente del gobierno, en uno de sus desahogos, se permitió el viernes, en conversación con periodistas, deslizar que el gobierno madrileño maquillaba (o falseaba) sus datos. Ayer se le preguntó a Simón, que es el responsable del boletín que cada tarde difunde el ministerio.
A ver, si quien avala como correctos los datos que se ofrecen cada tarde es el gobierno de Pedro Sánchez. Si cree que alguien está engañando, su obligación es tomar medidas para impedirlo.
Impuesto de patrimonio
No es fácil, no, ser Ángel Gabilondo estos días. Sales a predicar que no les subirás a los madrileños ningún impuesto, a ningún contribuyente, ninguno, y al día siguiente está la ministra de Hacienda recordándonos a todos la urgencia que existe en armonizar (o sea, activar en Madrid) el impuesto de patrimonio. Es una de las figuras, dice la ministra, que más interesa al gobierno.
Ah, esta es otra: lo del aval académico para la reforma fiscal que prepara el gobierno, y que incluye obligar a que todas las regiones cobren impuesto de patrimonio, prometa lo que prometa Gabilondo y digan lo que digan estos expertos reclutados como avalistas por la ministra Montero. Si cobrar impuesto de patrimonio en Madrid es tan bueno para el interés general, ¿por qué está el PSOE prometiendo a los votantes que no lo hará? ¿No cree que sus votantes quieran el bienestar general?
Si cobrar el impuesto de patrimonio en Madrid es tan bueno para el interés general, ¿por qué el PSOE promete que no lo hará?
Ay, las campañas electorales. Cuántas hipocresías desnudan.
Pero vayan haciéndose a la idea de que esto es lo que viene ahora: invocar a los expertos para cambiar la fiscalidad tal como se invocó a los expertos para gestionar la pandemia. La misma plantilla de entonces se va a usar ahora. Igual que se nos dijo: ‘no hacemos otra cosa que atender a lo que nos dice la ciencia’ ahora se nos dirá: ‘no hacemos otra cosa que atender a lo que nos dicen los expertos en fiscalidad’. O ‘no hacemos otra cosa que lo que nos dicen los expertos en mercado laboral’.
Escuche a la vicepresidenta de Trabajo, Yolanda Díaz: "Estoy segura de que, si nos acercamos al mercado de trabajo con cercanía técnica y científica, seremos capaces de ponernos de acuerdo". Técnicos y científicos. El aval de la ciencia para la reforma, o la des-reforma laboral. Todo ciencia, señora.
La Moncloa ha hecho saber, en información de El País, que no tragará con las reformas que le pretenda imponer Bruselas a cambio de abrirnos el surtidor del dinero europeo. Ahí nuestro presidente, plantado en jarras, ante las Von der Layen y las Merkel. Haremos las reformas que nos parezca, qué manía en decirnos que arrastramos los pies en pensiones o en legislación laboral. Llevamos arrastrándolos décadas.
"Lo importante es la vacunación"
Anunció ayer el presidente que el plan de recuperación que presentó ¡en octubre! y que lleva publicitando de gira por las comunidades autónomas desde noviembre aún no lo tiene rematado. Que hoy en el consejo de ministros terminan de peinarlo. Y ya mañana se lo cuenta al Congreso. Y un día de estos se lo envía a Bruselas. ¡Menos meter prisa! Lo importante, como dice el presidente, es la vacunación. Y lo bien que se está vacunando en España.
Récord tras récord, dice el presidente. Lo dice como si llevásemos vacunando contra el Covid veinte años. Parece normal que, con más vacunas, se vacune a más gente. Llamarle récord a eso igual es un poco exagerado.
"Podemos anda a la desesperada demoscópica"
Ah, y Podemos. Que anda, un poco a la desesperada demoscópica, viendo a ver qué se le ocurre cada día para sobrevivir en Madrid. Vuelta la burra al trigo: otra vez señalando periodistas en un vídeo cutre y manipulado. La desinformación es la especialidad morada.
No queda claro, viendo el vídeo, si a Iglesias le molesta más que haya periodistas que hacen la televisión mucho mejor que él, que haya periodistas que dicen lo que les da la gana sin pedir permiso al comité de palmeros de Galapagar o que la mayoría de la población que va a votar el día 4 de mayo en Madrid pase olímpicamente de las consignas de Podemos y del carisma, venido a menos, de su líder supremo.
El PP le saca a 26 puntos. El PSOE le saca quince. Y Mónica García, la líder de Más Madrid que rehusó la oferta de dejarse abrazar para ir de escudera, le saca cinco. Uno puede pretender que es la voz del pueblo y que la mayoría está con él, pero luego vienen las urnas y reflejan lo que hay. Una minoría cada vez más minoritaria.