Monólogo de Alsina: "Putin admite su victoria"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la victoria arrolladora de Putin en Rusia, las amenazas geopolíticas que esto supone para la OTAN y las expectativas electorales del PSOE en Cataluña.
❓Por qué es preocupante que la influencia de Rusia se extienda en el Sahel
📌Las claves del nuevo mandato de Vladimir Putin: "La guerra de Ucrania podría debilitarlo mucho"
Madrid |
Cuesta abajo hacia la cremá -en Valencia-, hacia el estreno de la primavera y hacia el Domingo de Ramos que abre las puertas de la Semana Santa en toda España. Con tiempo veraniego de aquí al domingo. Luego llegará la Semana Santa y se torcerá, si la tradición semanosantera se cumple.
Putin le ha ganado a Putin en Rusia
Putin le ha ganado a Putin en Rusia. Se presentaban otros candidatos, perfectamente irrelevantes y cumplidores del papel de comparsa que alguien ha de interpretar en regímenes como éste que pone urnas como quien pone floreros. Para que hagan bonito. Misión imposible, a estas alturas, hacer bonito a Vladimir Putin. El caudillo perpetuo.
Putin le ha ganado a Putin porque esta vez su victoria sí que ha sido arrolladora. En 2012 sólo sacó el 64% de los votos. En 2018 ya alcanzó el 77%. Pero es que ayer obtuvo el 87%. Dentro de seis años, qué menos que el cien por cien, Vladimiro.
Cuánto respaldo popular tiene en verdad es imposible saberlo. Pero que tenga el que tenga Rusia tiene poco que ver con una democracia parlamentaria, con separación de poderes y con prensa independiente es una evidencia. Hasta el Papa debe de ser capaz de verlo. (Aunque sólo sea porque él tampoco debe su puesto al sufragio popular, digamos).
El temor europeo es que Putin acabe consumando la invasión de Ucrania
El temor de la Unión Europea -que somos nosotros- no es que Putin siga gobernando Rusia, sino que siga gobernando Rusia y además, Ucrania. Poniéndose en lo peor, los gobiernos europeos dan por hecho que Putin seguirá en el Kremlin hasta que se muera. Tiene seis años por delante y luego, otros seis. Y para dentro de doce, si se encapricha, aún podrá reformar las normas y presentarse de nuevo. Cuántos líderes de oposición habrán sido encarcelados, desterrados y muertos para entonces es fácil de calcular: todos.
El temor europeo es que Putin acabe consumando la invasión de Ucrania, que con Donald Trump de regreso a la Casa Blanca este país pase a ser una sucursal rusa y que, envalentonado por haberle doblado la mano a Occidente, el ruso dé el paso siguiente y se ponga a invadir países de la OTAN. Cómo reaccionaría Trump a eso es otra de las incertidumbres que más inquieta.
De momento, y siguiendo la estela de Macron y de Von der Leyen, la ministra Robles advirtió ayer de lo poco mentalizada que percibe a la sociedad española respecto del riesgo cierto de la guerra. No la de Ucrania sino la de Rusia contra la OTAN, es decir, contra España. Tampoco es que el gobierno haya puesto mucho de su parte para mentalizar a nadie, pero si ahora toca mentalizarse, a mentalizarnos todos. Lo siguiente será explicar a la sociedad qué se espera de ella, ministra, en caso de que llegase esa guerra.
Níger rompe con Estados Unidos y se abraza a Rusia
Ha dicho algo más la ministra de Defensa: que es muy pesimista sobre el Sahel, donde sí hay tropas españolas. Y donde también hay riesgos. Novedad de este fin de semana es que la Junta Militar que gobierna Níger tras el golpe de julio ha roto los acuerdos de colaboración con Estados Unidos y manda a los soldados de este país de regreso a su casa.
Putin no sólo ha ganado unas elecciones falsas. Ha ganado el control de un país clave en el Sahel
Rompe con Estados Unidos y se abraza a Rusia. Putin no sólo ha ganado unas elecciones falsas. Ha ganado el control de un país clave en el Sahel, esa región de África también conocida como el flanco sur de la OTAN.
Cataluña es hoy la tierra de Pedro Sánchez
En ocho semanas hay elecciones en Cataluña y nos vamos a hartar otra vez de mítines y propaganda. Si Galicia era la tierra de Feijóo y de Yolanda -se la jugaban en casa-, cabe decir que Cataluña es hoy la tierra de Pedro Sánchez. Fue el PSC quien le salvó de la quema electoral en julio -primero el PSC, luego Puigdemont- y es para Cataluña y la llamada España periférica -traducido: Cataluña, País Vasco y Navarra- para la que viene reservando el presidente su atención y sus prioridades. Del resto del país acostumbra a hablar poco.
A dos meses vista, las urnas catalanas parecen llamadas a resolver sólo dos preguntas: si Puigdemont se viene para España a riesgo de ser detenido y si Sánchez es profeta en su tierra (catalana). El estribillo que entona el coro gubernamental cuando se le recuerda que la amnistía se hace contra la voluntad mayoritaria del país es que en Cataluña la mayoría la apoya. Se sobreentiende que es la opinión catalana lo que, en esto, importa. Ocurre que la administración catalana, a diferencia del CIS de Tezanos, sí preguntó a los ciudadanos qué pensaban de la amnistía. Fue en noviembre y salió sesenta a favor, treinta en contra.
El PSC confía en que la amnistía no le perjudique demasiado
De noviembre a aquí lo que se ha visto es cómo se ha ido remendando el texto al gusto de los puigdemones al tiempo que estos se mostraban encantados de ver lo fácil que les estaba siendo ordeñar políticamente al presidente. Igual por eso en las filas del PSC se percibe un entusiasmo por la amnistía bastante inferior al que exhiben Ferraz y la Moncloa, tanto monta, monta tanto.
Las crónicas del fin de semana han señalado cómo el PSC confía en que la amnistía no le perjudique demasiado. Dices: ¿cómo es posible? ¿Qué no le perjudique? ¿No habrían de ser los votantes catalanes, del partido que rectificándose a sí mismo agarró la bandera de la amnistía en aras de la concordia y el futuro, quienes se lanzaran a las urnas a celebrar que la reconciliación se abre paso? Encuesta de ayer de Sociométrica: 43% de los votantes del PSC no ve que esto vaya a mejorar la convivencia. De los ex votantes como Cercas no dice nada la encuesta.
Se le dice a la sociedad que se reconcilie
Se le dice a la sociedad que se reconcilie. Como si el procés hubiera sido una simple desavenencia, un encontronazo entre vecinos que ven las cosas de diferente forma. Ocurre que el procés fue un atropello. Gobernantes enardecidos con su mayoría absoluta y sus movilizaciones populares atropellaron al resto de los ciudadanos. No es frecuente pedirle al atropellado que se reconcilie con quien le atropelló, pero menos aún es pedírselo -o imponérselo- cuando los autores del atropello no lo han reconocido como tal y, en consecuencia, ni siquiera se han disculpado.
El procés fue un atropello. Gobernantes enardecidos con su mayoría absoluta y sus movilizaciones populares atropellaron al resto de los ciudadanos
Cuando el PSOE, allá por el mes de julio, abrió la puerta a la amnistía, la propaganda oficial insistía mucho en que era el independentismo el que había cambiado, que asumía que el procés fue un error, se comprometía a no volver a intentar la independencia por las bravas (eso que se ha dado en llamar, en la España del eufemismo, la vía unilateral), aceptaba el marco de la Constitución y no sé cuántas cosas más. El tiempo ha demostrado que nunca hubo nada de eso.
Ayer mismo, mientras Sánchez predicaba en Barcelona la bondad de su amnistía para pasar página, Jordi Turull decía en El País: ‘Esto no es pasar página, lo que queremos es un nuevo empujón. Por supuesto que volvería a hacer el primero de octubre, y lo haría mejor. Salvador Illa no es más que el delegado del gobierno en Cataluña (entiéndase, un mandao). ¿Estabilidad de la legislatura? Lo nuestro va a tanto la pieza, el PSOE ya lo ha entendido’.
Antes de julio, Puigdemont era un juguete roto
Antes de julio lo que dijera Turull no iba a ningún sitio; hoy lo entrevistamos en los medios en busca de las claves sobre la legislatura española. Antes de julio, Puigdemont era un juguete roto, carne de meme y de parodia. Hoy es el hombre que decide qué proyectos del gobierno prosperan y cuáles decaen.
Antes de julio, Puigdemont era un juguete roto, carne de meme y de parodia. Hoy es el hombre que decide qué proyectos del gobierno prosperan y cuáles decaen
Hoy vuelve a haber unas elecciones catalanas cuyo primer asunto es si el tipo vuelve o no vuelve. Pasar página, le llaman. Un nuevo empujón. Extraña forma de reconciliarse tiene los autores del atropello. No es tan difícil entender que si es a esto a lo que llaman reconciliación haya tantos atropellados sin voluntad alguna de reconciliarse.