OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Terrorismo de autor"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la "ingeniería legislativa" del PSOE para aceptar las enmiendas exigidas por Junts y amnistiar a todos los condenados por delitos de terrorismo durante el procés.

Carlos Alsina

Madrid |

Estrenamos el 24 de enero del 2024. Lo estamos haciendo desde la sede de Iberdrola en Madrid porque se presenta hoy aquí, once y media de la mañana, la Alianza Q-Cero (el cero es un número con el que nos identificamos mucho, ya se imagina usted, en esta cadena) y porque eso significa intercambio de ideas para aumentar el ritmo de descarbonización de la demanda de energía térmica. Ideas y soluciones para superar obstáculos y avanzar más en menos tiempo. Hay una oportunidad y es cuestión de aprovecharla.

A lo largo de la mañana iremos contando más de este foro y de las metas que pretende alcanzar.

La actualidad política va de líneas rojas

Y desde aquí le daremos una vuelta, como cada mañana, a la actualidad del día. La cosa va de líneas rojas. De la que el PSOE -esto se veía venir- ha cruzado para garantizarle al independentismo catalán que todos los que aspiran a ser amnistiados serán, en efecto, amnistiados -produce embarazo recordar hoy la convicción con que los altavoces socialistas repetían que el terrorismo quedaba fuera, por supuesto que fuera, de la impunidad anunciada-, y de la línea roja que, según el PSOE, ha cruzado el PP en su afán por cuestionar la independencia del Tribunal Constitucional y colgarle el sambenito de árbitro casero, que en esto hay que reconocerle al PP que empieza a sonar terriblemente parecido a los Artur Mas, los Esquerra y los Montilla de 2010, cuando eligieron desacreditar al árbitro, señalarlo como problema, abriendo camino a esta operación que vuelve a estar en marcha hoy para culpar del procés a la sentencia de 2010 sobre el Estatut.

Señalar al Constitucional, aparte de una irresponsabilidad, es una notable torpeza

Que González Pons, alto cargo orgánico en el PP, señale al Constitucional en estos términos es, aparte de una irresponsabilidad, una notable torpeza. De la que no hay retorno posible por mucho que uno retire luego sus palabras porque ya ha quedado claro lo que piensa.

Le entregas al gobierno una baza golosa para diluir la opaca negociación que se trae con Puigdemont y Junqueras

Es irresponsable desacreditar al árbitro porque es el que hay, y si no aceptas al árbitro ya me dirás en manos de quién dejas establecer lo que vale y lo que no, y es una formidable torpeza porque le entregas a tu adversario político, que es el gobierno, una baza golosa para subir el volumen acusándote de vulnerar líneas rojas y diluir así, en el debate público, el notable acontecimiento ocurrido ayer en la opaca negociación que se trae el gobierno con Puigdemont y Junqueras.

Enésimo remiendo a la ley de amnistía para dejar impunes delitos de terrorismo

Este nuevo prodigio de la ingeniería legislativa que supone dejar impunes delitos de terrorismo a la vez que se presume de no hacerlo. O cómo en el enésimo remiendo a la ley de amnistía que era fruto de laboriosas semanas de estudio y que le había quedado al PSOE impecable, se vuelve a cambiar la redacción de uno de los artículos en atención a Puigdemont, los CDR y los de tsunami. Temían quedar desamparados y ahora ya no lo temen.

Lo explicó ayer el diario El País, poco sospechoso de antisanchismo, en estos términos: ‘El PSOE y los independentistas blindan a los CDR y a Puigdemont en la ley de amnistía. Serán amnistiables personas condenadas por delitos de terrorismo’. Así es. Se entiende mucho mejor así que con la parte contratante de la primera parte que entonó el ministro de Justicia.

Este nuevo prodigio de la ingeniería legislativa que supone dejar impunes delitos de terrorismo a la vez que se presume de no hacerlo

Ya no hay discriminación, ¿ves? Antes se amnistiaba a todos, autores de terrorismo incluidos, con el argumento de que la sentencia aún no era firme. Ahora se amnistiará a todos, autores de terrorismo incluidos, con el argumento de que no tuvieron ‘intención directa de violar gravemente derechos humanos’. Si un señor se murió de un infarto, pongamos por caso, en el aeropuerto sitiado entiéndase que no era intención directa de los sitiadores matar a nadie y queden, por tanto, impunes de todo. Traje a medida. Éste es el último juego de manos.

La mejor frase de la crónica era ésta: ‘Fuentes del gobierno insisten en que con la fórmula anterior entraban todos los delitos de terrorismo’. Alabadas sean las fuentes que ahora admiten lo que siempre negaron. Y no será porque no se hubiera explicado suficientemente y en múltiples ámbitos, por ejemplo aquí mismo. Entraban todos los delitos de terrorismo y a eso le llamaban línea roja. Ahora sólo entran los delitos de terrorismo no grave, átame esa mosca por el rabo.

El PSOE no ha cruzado la línea roja, sólo la ha cambiado

A estas alturas ya produce embarazo, por el poco trabajo que requiere, recordar cómo ilustres ministros y portavoces del partido sostenían hasta anteayer que los delitos de terrorismo quedarían fuera del paraguas. A dúo, Patxi López y Óscar Puente.

Y produce embarazo saber que ahora nos explicará el PSOE que no ha cruzado la línea roja, sólo la ha cambiado. Bueno, no nos lo explicará porque ya lo hizo ayer. Que la línea roja no eran los delitos de terrorismo, eran los delitos de terrorismo grave y con intención de vulnerar derechos humanos. Claro que sí. Siempre quedó claro que era una línea roja pero de rojo difuso.

Cada cambio sugerido por los puigdemones es, para el PSOE, una mejora del texto original

Naturalmente -esto también lo contó El País- el gobierno no ve el enésimo apaño como una cesión sino como un éxito negociador, aleluya, porque blinda la ley, dice, ante posibles recursos en el Constitucional. Pero vamos a ver, ¿la ley no era ya impecablemente constitucional? ¿Y ahora qué, es más impecable todavía?

Cada cambio sugerido por los puigdemones es, para el PSOE, una mejora del texto original, qué maravilla. La supuesta mejoría siempre significa, claro, lo mismo: que no haya rendija que pueda ser detectada por un juzgado o un tribunal y que desbarate la operación política (la operación de impunidad para políticos) que se está ejecutando.

Que no haya rendija que pueda ser detectada por un juzgado o un tribunal y que desbarate la operación política (la operación de impunidad para políticos) que se está ejecutando

En lugar de predicar cada día que los delitos de terrorismo que pudieran haberse cometido vinculados al procés no quedarán amnistiados podría animarse el gobierno a explicarnos exactamente quién, o quiénes, quedarán fuera de la amnistía. Quiero decir que, más allá de la parte contratante de la primera parte en la que nos tienen metidos, sabemos todos a quiénes se quiere amnistiar (Puigdemont, Rovira, los CDR, los tsunamis), cada artículo de la ley podría llevar el nombre de sus beneficiarios.

¿Quién se queda fuera? Respuesta: nadie

Y lo que no sabemos es a quién no se quiere amnistiar. Las excepciones que, en teoría, se establecen, las líneas rojas que habría dicho Puente, ¿a quién se supone que afectan? ¿Quién se queda fuera? Respuesta: nadie. Diga el gobierno un caso, sólo uno, de persona que pueda llegar a ser condenada por terrorismo y que no esté amparada por esta amnistía. No hay. Porque nadie que delinquiera entre 2011 y 2024, por grave que fuera su delito, dejará de ser amnistiado siempre que cometiera sus delitos a mayor gloria del procés.

¡Es que cometió terrorismo! Ya, pero sin intención directa de violar gravemente los derechos humanos. Pudo tener intención indirecta, o pudo violar levemente los derechos humanos. Pero amnistiados, es decir, impunes quedarán todos.

Nadie que delinquiera entre 2011 y 2024, por grave que fuera su delito, dejará de ser amnistiado siempre que cometiera sus delitos a mayor gloria del procés

Ingeniería legislativa a la carta, y presumiendo de ella, pactada con beneficiarios que tienen nombre y apellidos. Esto, en otros tiempos, y sin necesidad de amnistía, ya habría sido en sí mismo un escándalo. También, o sobre todo, para los dos jueces que hoy son ministros.

El departamento creativo del Palacio de la Moncloa ha inventado el novedoso concepto europeo del terrorismo poco grave y amnistiable. Y el PP hablando de que si Pumpido y que si el cáncer.