OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "Menos bromas con Anacleto"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la gran convicción dentro del PSOE negando que sea cierto todo lo que Víctor de Aldama ha dicho de algunos altos cargos socialistas.

Carlos Alsina

Madrid |

Tiene un punto de ternura. De candidez. Ministros, portavoces, asimilados, comentaristas afines hablando con enorme convicción sobre asuntos de los que, en rigor, no tienen información alguna. La ministra Elma Saiz, navarra, como Cerdán, proclamando este domingo que no hay nada cierto en lo que ha dicho Víctor de Aldama, y que ya está bien, ya está bien.

Negar credibilidad alguna al corruptor

La ministra entonando, con gran seguridad, el salmo responsorial que la Moncloa ha escogido para este nuevo trance: negar credibilidad alguna al corruptor. Dígalo usted también, ministro López.

Eso es. El ministro de Prensa también compromete su palabra sobre la inocencia, la limpieza, la honradez a prueba de infundios, de los señalados por el corruptor. Perdón por la pregunta, pero ¿cómo lo sabe? ¿Cómo sabe él, cómo sabe Elma Saiz, cómo sabe Bolaños que ninguno de los mencionados por Aldama hizo lo que Aldama sostiene que hizo?

El ministro de Prensa también compromete su palabra sobre la inocencia, la limpieza, la honradez a prueba de infundios, de los señalados por el corruptor

Un ejemplo, es sólo una hipótesis de trabajo, que nadie se altere. En el caso de que -hipótesis- Santos Cerdán hubiera recibido quince mil euros de manos del corruptor amigo de Koldo, ¿habría ido a contárselo a Óscar López, a Elma Saiz, a Félix Bolaños? ¿A Sánchez? La respuesta, claro, es no.

Otra hipótesis, ya que hemos empezado: si a comienzos de 2021, siendo José Luis Ábalos secretario de organización y ministro de Transportes, hubiera aparecido un tal Aldama, empresario conseguidor, declarando que le había untado con cuatrocientos mil euros en efectivo más el alquiler del apartamento de la novia y un chalet en Cádiz, ¿no habrían salido de inmediato los ministros de guardia, y asimilados, y afines, a cargar contra el tal Aldama por haber manchado el buen nombre del querido, limpio y esforzado Ábalos?

En el caso de que Santos Cerdán hubiera recibido quince mil euros de manos del corruptor amigo de Koldo, ¿habría ido a contárselo a Óscar López, a Elma Saiz, a Félix Bolaños?

La respuesta es sí. Y eso convierte en inservible cualquier declaración que hagan ahora sobre episodios de los que no tienen más información que la que podamos tener usted y yo. ¡Es que Aldama no ha aportado pruebas! Ya. ¡Es que es un delincuente confeso! Ya. Y nada de eso supone que haya de ser mentira todo lo que ha declarado.

A Sánchez no le atribuye comportamiento delictivo alguno

Ya contamos aquí el viernes que en la declaración de Aldama hay muchos nombres pero por hechos bien distintos. A Sánchez no le atribuye comportamiento delictivo alguno. Sólo dice que estaba al tanto de que Delcy Rodríguez venía a España, que fue él quien le colocó a Koldo en el ministerio a José Luis Ábalos y que la foto de La Latina era un gesto de agradecimiento por sus gestiones a favor de empresas españolas en México.

Pues será inventada pero no son delitos. De la mayoría de los ministros aludidos sólo dice que iban a haber cenado con Delcy, que tuvieron reuniones con distinta gente y que, según Koldo, Angel Víctor Torres pidió una comisión por las mascarillas. Según Koldo.

Santos Cerdán y Carlos Moreno, acusados por el cobro de mordidas

A quienes sí imputa abiertamente, directamente, el cobro de mordidas es, aparte de Ábalos y Koldo, a estas dos personas: Santos Cerdán y Carlos Moreno, el secretario de organización del PSOE y embajador plenipotenciario de Sánchez para amnistías, puigdemones en Suiza y asuntos varios, y el jefe de gabinete de la vicepresidenta primera. A ellos, sí. Les acusa de haberse corrompido.

Perdón por la pregunta, pero si así hubiera sido, ¿habría ido a contárselo a López, Bolaños, Montero? ¿A Sánchez? No es que Aldama tenga que presentar pruebas, es que hecha la acusación serán el juez instructor, la fiscalía anticorrupción y la policía judicial (o sea, la UCO) quienes indaguen para aclarar si la compra de Cerdán y Moreno se produjo o es sólo un cuento.

No son ni los aludidos ni los ministros -tampoco Sánchez- quien ha de establecer la credibilidad del corruptor Aldama

Entiéndame, que aquel a quien alguien acusa de corrupción lo niegue y cargue contra su credibilidad es tan de cajón que carece de valor alguno. No son ni los aludidos ni los ministros -tampoco Sánchez- quien ha de establecer la credibilidad del corruptor Aldama. Pueden opinar, hacer tertulia, martillear con la tontería ésta, ligeramente pueril, de comparar a Aldama con Anacleto, pero carece de la menor importancia lo que digan o dejen de decir. Si acaso, cobraría importancia en caso de que la UCO llegara a sustanciar la verdad de alguna de estas nuevas corrupciones denunciadas.

En la Moncloa repararon el viernes en que Aldama había contado que colaboró con el CNI y con la CIA y creyeron haber encontrado petróleo para una de sus campañas de vuelo corto. Movilícese el coro papagáyico repitiendo el salmo responsorial: Aldama es como el pequeño Nicolás.

Gracias, ministro, siempre al quite de los eslóganes y la propaganda. Hay variantes del salmo. Como que se cree James Bond y es Anacleto o que dice que colaboró con la CIA… Su turno, ministro de Justicia.

En la Moncloa repararon el viernes en que Aldama había contado que colaboró con el CNI y con la CIA y creyeron haber encontrado petróleo para una de sus campañas de vuelo corto

Qué de buen humor fingían estar todos el viernes. Supongo que habrá librado ya consultas el gobierno con el MI6 y la CIA, no vaya a ser que sea verdad que ha ejercido de informante. No sabe usted la clase de gente que ha colaborado en España con la CIA. Y este Aldama aparece como informante en la base de datos de la Guardia Civil, gentileza del comandante Villalba, y colaboró también con la policía: fue el comisario quien pidió para él la licencia de armas en 2017 en atención a sus aportaciones y el gran prestigio de que gozaba en el cuerpo.

Ni el pequeño Nicolás, ni Anacleto

Ocurre que el pequeño Nicolás, el genuino, nunca viajó a México empotrado en la delegación de un ministerio del gobierno; ni compró con cuatrocientos mil euros los favores del ministro más político del momento. El pequeño Nicolás, que se sepa, no estuvo en nómina de una compañía aérea para gestionar con el gobierno su rescate; ni tuvo en nómina a un comandante del servicio de información de la Guardia Civil; ni fue distinguido con la medalla al mérito de la Benemérita.

Ni el pequeño Nicolás, ni Anacleto, le pagaron nunca el alquiler del apartamento a la amante de un ministro, ni un chalet en Cádiz para su merecido descanso estival. Ni el pequeño Nicolás, ni Anacleto, agente secreto, estuvieron en la T4 ejecutiva para recibir a Delcy Rodríguez en su visita secreta a España -bendecida la visita y el secreto por el presidente del gobierno en persona, según declaración propia, bendecidor confeso-, porque ni el pequeño Nicolás ni Anacleto ejercieron nunca de embajadores entre Delcy Rodríguez y el gobierno de España, el gobierno de España y Delcy Rodríguez.

El 65% de los españoles se creen a Aldama

La primera encuesta publicada sobre la credibilidad que los españoles le otorgan al corruptor -El Español este domingo, seguro que Tezanos incluye esta misma pregunta en su próximo barómetro- no es precisamente favorable para el gobierno: 65% se cree a Aldama, 30% a Sánchez.

La encuesta sobre todo en general que publicó La Vanguardia ayer -La Vanguardia- tampoco es muy ilusionante para el gobierno: 68% opina que las cosas en España van por mal camino, 23% que van bien. El PP se pondría en 145 escaños y no precisamente a costa de Vox, que de 33 se pondría en 45. El gobierno de coalición pasaría de sus 152 escaños actuales a 126.

Corrupción no detectada en el Consejo de Ministros, no es poca cosa

A estos ministros tan sagaces que saben distinguir a un mentiroso a la legua habrá que preguntarles si tampoco se creen la parte de la declaración de Aldama que incrimina a Ábalos y a Koldo. ¿O a estos sí? ¿Y por qué a estos sí? Los ministros propagandistas no han desmentido una palabra sobre la corrupción -grosera corrupción- de su antiguo colega de gabinete.

Los ministros propagandistas no han desmentido una palabra sobre la corrupción -grosera corrupción- de su antiguo colega de gabinete

Han venido a confirmar, alabados sean, que en efecto dan por hecho que esa corrupción sí existió. Corrupción no detectada en el Consejo de Ministros, no es poca cosa. Corrupción en la secretaría de organización de su partido, tampoco parece que sea una anécdota. En esto parece que no dudan de la credibilidad del personaje Aldama.

En que el ministerio de Transportes del primer gabinete Sánchez y la secretaría de organización de su partido estaban podridos. Sin que nadie, qué le vamos a hacer, lo detectara a tiempo y lo denunciara.