Monólogo de Alsina: "¿Caso Koldo o caso Ábalos?"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el presunto caso de corrupción por el cobro de comisiones ilegales por parte del asesor del exministro Ábalos, Koldo García Izaguirre, uno de los veinte detenidos hasta ahora por esta trama que salpica, también, al gobierno de Sánchez.
Madrid |
Lo siento por los guardias de la UCO que lo han bautizado, culturetamente, como caso Delorme pero los medios lo vamos a acabar llamando el caso Koldo.
La palabra clave es mascarillas
Charles Delorme fue un médico francés pionero en el uso de mascarillas para protegerse de la peste negra. La palabra clave es mascarillas.
Koldo fue un guardaespaldas, primero, mano derecha después, asesor ministerial, consejero de empresa pública y hombre para todo del ministro Ábalos. Ni médico ni pionero. Pero si hay que elegir entonces, caso Koldo. Palabra clave: mascarillas. O mejor: el dinero que se le puede sacar a las mascarillas en tiempos de pandemia si uno tiene mano en la administración pública que adjudica los contratos.
El dinero que se le puede sacar a las mascarillas en tiempos de pandemia si uno tiene mano en la administración pública que adjudica los contratos
Ya digo que pioneros no son los detenidos en el uso (o abuso) de la contratación pública para hacer dinero, presuntamente -todo aún presunto-, pero dada la posición que tuvo Koldo García Izaguirre, uno de los veinte detenidos, y dado el interés con que el PSOE jaleó, en su día, la investigación de los fiscales sobre el enriquecimiento, con mascarillas, del hermano de Díaz Ayuso, el escándalo -presunto- de corrupción promete deparar interesantes capítulos. Y eso que ya no estamos en campaña.
Sánchez siempre ha presumido de que su gobierno está limpio de corruptos
Ha presumido siempre el presidente Sánchez, y tiene toda la razón al hacerlo, que su gobierno -va para seis años- está limpio de escándalos de trincones y corruptos. La moción de censura contra Rajoy se construyó sobre un caso de corrupción bien cierto y bien gordo, la Gürtel. La indolencia de Rajoy a la hora de hacer limpieza pesó, y pesará para siempre, en el balance de su mandato.
Con Sánchez, hasta ayer, el PSOE en el gobierno no se había visto ni siquiera salpicado por un chanchullo de éstos. Hasta ayer
Con Sánchez, hasta ayer, el PSOE en el gobierno no se había visto ni siquiera salpicado por un chanchullo de éstos. Hasta ayer. Koldo García Izaguirre nunca fue ministro ni alto cargo del partido. Pero sí es militante del Partido Socialista, fue concejal en Huarte, asesor del ministro Ábalos y consejero, designado por el ministro, en la empresa pública Renfe Mercancías.
Asesor significa persona de confianza del ministro
Y como el propio Ábalos explicó en este programa cuando la ministra siguiente relevó del consejo de administración al tal Koldo, asesor significa persona de confianza del ministro.
Ayer, y una vez detenido el antiguo asesor, Risto Mejide le preguntó a Ábalos, colaborador de su programa, por Koldo. Dijo que llamarle mano derecha no es correcto.
La supuesta corrupción que se le imputa habría sido consecuencia de su condición de asesor y persona con mano e influencias
Asesor y asistente personal. Repito: hombre de confianza. Que no significa que Ábalos estuviera al tanto de todo lo que hacía. Ni tenía por qué estarlo. Ayer se declaró estupefacto. Pero sí significa que la supuesta corrupción que se le imputa habría sido consecuencia de su condición de asesor y persona con mano e influencias en las empresas públicas dependientes del ministerio de Transportes para beneficiar a una empresa en detrimento de otras.
Fue en el seno de un ministerio
Y es ahí donde el asunto salpica al gobierno: fue en el seno de un ministerio, presuntamente, donde empresas públicas compraron mascarillas a una empresa privada, y no a otras, porque contaban con padrino, o padrinos, que hacían de conseguidores y cobraban comisiones.
No sería la mano derecha del ministro, pero hay que ver qué larga tenía la mano. Presuntamente
En el ministerio de Transportes y en Interior, donde Koldo también debía de tener mano porque uno de los contratos investigados fue para proveer de mascarillas al personal de la secretaría de Estado. Y otros a los gobiernos de Baleares y Canarias. No sería la mano derecha del ministro, pero hay que ver qué larga tenía la mano. Presuntamente.
La investigación surgió a raíz de una denuncia del PP
La investigación la lleva la Guardia Civil (UCO) a raíz de una denuncia del PP en la fiscalía anticorrupción hace ahora dos años. ¿Y qué pasó hace dos años? Pues que el PSOE había presentado una denuncia contra el hermano de Díaz Ayuso. Y el PP de Madrid replicó presentando ésta. Con desigual resultado.
La del PSOE contra Ayuso naufragó. La del PP contra el gobierno ha desembocado en veinte detenciones
La del PSOE contra Ayuso naufragó. La del PP contra el gobierno ha desembocado en veinte detenciones: Koldo, su mujer, su hermano, su amigo el presidente del Zamora que viajó a México con el ministerio de Transportes en calidad de cónsul honorario de España en Oaxaca. Qué aroma.
Persevera el presidente en atribuirle corrupción a Ayuso
Aquel episodio de supuesta corrupción del hermano de Díaz Ayuso lo puso Pablo Casado bajo sospecha, en su entrevista póstuma con Herrera, y el PSOE no lo ha dejado de presentar (y utilizar) desde entonces como si la corrupción hubiera sido alguna vez probada.
Sánchez tiene querencia por este episodio. Cada cierto tiempo lo exhuma para imputarle a Feijóo vista gorda con la corrupción. La última vez que lo hizo en el Congreso estaba Ayuso en la tribuna. Fue cuando murmuró que le gusta la fruta.
Persevera el presidente en atribuirle corrupción a Ayuso -y luego son los demás los que le acusan en falso y le deshumanizan-. Persevera tanto que cuando ayer le preguntan los periodistas por la detención de Koldo y las explicaciones que reclama el PP sale con esto.
En caso de que el caso Koldo termine de la misma manera que el del hermano de Ayuso, ¿qué hará el presidente, proclamar que todo fue archivado o fingir que no se ha enterado?
Maledicencias. El caso sí que se investigó, no por el PP, por dos fiscalías: la anticorrupción, que no encontró nada, y la fiscalía europea (última esperanza de los socialistas en aquel tiempo), que tampoco. Dice Sánchez: no ha sido recriminado por la dirección actual del PP. A ver, si al final no había caso, qué van a recriminar. Para Sánchez sí lo hubo y Ayuso y Feijóo son culpables: desde que se aficionó a juzgarlo y sentenciarlo él todo, no para.
Pregunta: en caso de que el caso Koldo termine de la misma manera que el del hermano de Ayuso, ¿qué hará el presidente, proclamar que todo fue archivado o fingir que no se ha enterado? El ventajismo en política, y en la vida en general, produce monstruos.
Lástima que no se haya hecho el presidente en Rabat un Israel dos
Lástima que no se haya hecho el presidente en Rabat un Israel dos. Por fin le recibió el rey Mohamed -de ahí la celeridad con que fue anunciado y ejecutado el viaje, ventana de oportunidad-, pero estuvo obsequioso y eternamente agradecido por el gesto el presidente. Y eso que Marruecos sigue sin cumplir con el acuerdo que fue firmado para la reapertura de la aduana en Ceuta y Melilla. ‘Falta que se complementen los preparativos en la parte marroquí’, dijo Sánchez, que es una forma de decir que el otro hace las cosas cuando quiere.
Nuestro gobierno no tiene nada que reprocharle a Marruecos, dijo el presidente.
Lástima que no se haya hecho Sánchez un Israel dos. Si defiendes los derechos humanos en todas partes y a toda costa, y presumes de ello, no puedes dejar de defenderlos cuando aterrizas en Marruecos.
Si defiendes los derechos humanos en todas partes y a toda costa, y presumes de ello, no puedes dejar de defenderlos cuando aterrizas en Marruecos
Si presumes de cantarle las cuarenta a Netanyahu porque hay personas muriendo a manos del Ejército israelí, impunemente, en Gaza -y bien está que se las cantes el día que te recibe en Tel Aviv-, no puedes callarte como una tumba (perdón por la expresión macabra) cuando te recibe Mohamed, cuya policía aún ni siquiera ha sido capaz de informar de cuántas personas murieron asfixiadas en el puesto fronterizo de Melilla hace veinte meses.
¿O es el derecho internacional humanitario que se invoca en Israel queda en suspenso cuando uno está en Marruecos?