Marta García Aller, sobre la victoria de Trump en Iowa: "Hay muchas dudas sobre el futuro de la democracia"
Marta García Aller reflexiona sobre la victoria de Donald Trump en los caucus de Iowa, proclamándose como el favorito para ser el candidato del Partido Republicano a las elecciones de noviembre.
Hay muchas dudas sobre el futuro de la democracia. Y no solo está en lo que pase en las elecciones de este año en India, Túnez o Bangladesh. Sino en las elecciones de Estados Unidos. Si hay algo en lo que los estadounidenses de todas las tendencias políticas están de acuerdo es la sensación de que la democracia les está fallando. Y como, de perdidos, al río, ahora resulta que puede volver Trump a la Casa Blanca.
Trump ha obtenido la victoria más amplia en uno de estos caucus de Iowa, y aunque las primarias republicana culminan en julio ya es el favorito para enfrentarse a Biden, un presidente con la popularidad hundida contra un ex presidente más impopular todavía.
Hace un año las encuestas entre los votantes republicanos mostraba que la mayoría quería dejar atrás la era Trump, pero su partido nunca se unió contra él ni contra las teorías de la conspiración que defendía. De hecho, Trump ha aprovechado todos sus procesos judiciales, que son muchos, para impulsar su candidatura. Si a sus votantes no les escandaliza que esté acusado de atentar contra la democracia estadounidense por qué iba a hacerlo que hace unos meses lo condenaran por abuso sexual. Este es el curriculum penal del favorito para disputar la presidencia del país más poderoso. Un hombre que enfrenta docenas de cargos penales federales. Esta vez ya no sirve de excusa que los estadounidenses prefieren votar por algo diferente, desconocido, porque Trump es Trump. Lo vimos siendo más Trump que nunca cuando azuzó el asalto al Congreso hace tres años negándose a reconocer que había perdido las elecciones.
Cuánto puede debilitar Occidente volver a tener a Trump en la Casa Blanca si apoyara a Putin es una de las incógnitas. Cuánto debilitaría su reelección a Estados Unidos, la otra. La tensión es tal que andan los politólogos, sociólogos y hasta zoólogos calculando si las instituciones estadounidenses podrían aguantar el riesgo de que Trump socave la democracia. Son temores basados en hechos reales.
¿Moraleja?
No hace falta mucha perspicacia, para temer por el futuro de la democracia.