Marta García Aller: "Si no tenía ni que ser diputado, alguna responsabilidad tendrá quien lo ha nombrado"
Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre la falta de asumpción de responsabilidades por parte de Yolanda Díaz tras el escándalo de Errejón, asegurando que ella no sabía nada.
Entre todas las cosas que son presuntas en el caso Errejón hay que añadir el liderazgo de Yolanda Díaz en Sumar. Es todo presunto. En su comparecencia de ayer, que llega tarde, cinco días tarde, no resuelve muchas dudas. La duda que resuelve, para quien todavía la tuviera, son las carencias en el liderazgo de Sumar.
Yolanda Díaz presume de contundencia, pero trae reproches tras el silencio. Más que asumir responsabilidades, ha salido a repartirlas. A Más Madrid, que tiene sus propias contradicciones. La vicepresidenta pide perdón, sí, pero no explica por qué se desentendió de una denuncia anónima de hace un año y sí se creyó en seguida la de la semana pasada.
Otra duda son las denuncias anónimas. Me generan dudas. Dudo que sea lo mejor para las víctimas, porque si recurren a ellas es porque no se sienten arropadas por el sistema. Si ni siquiera un partido que se declara tan feminista tiene un protocolo que acoja a las víctimas para que se sientan seguras denunciando, algo falla. Están fallando las instituciones. Apenas se denuncian dos de cada diez agresiones sexuales. Y, desde luego, falló Sumar.
Por eso cuesta tanto entender a Yolanda Díaz. Más empeñada en dejar claro que no sabía nada que en explicar cómo es posible que no supiera nada. No enterarse de lo lejos que estaba Errejón de ser idóneo para el cargo al que ella lo nombró no la excusa, es que esa era su responsabilidad. No saber nada de lo que estaba pasando, es exactamente su problema. No un eximente.
Tengo muchas dudas también de que el movimiento feminista salga más fuerte de esto, como decían ayer en Más Madrid y en Sumar. Porque lo lejos que han estado de estar a la altura sus dirigentes es desolador. Otra cosa es que el feminismo sea más necesario, que lo es. Porque viendo que las agresiones y los comportamientos machistas pueden venir de cualquier lado, efectivamente, de cualquiera, el feminismo hace más falta que nunca. Es el antídoto.
¿Moraleja?
Si no tenía ni que ser diputado, alguna responsabilidad tendrá quien lo ha nombrado.