Marta García Aller: "Es momento de apoyar a los afectados y luego aclarar cómo es posible que esto haya pasado"
Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre cómo evitar que la devastación de la DANA en Valencia y Albacete se repita en el futuro.
Cuánto horror. Cuánta angustia enterrada en las montañas de coches apilados y pueblos enterrados en el barro, arrasados e incomunicados. Cerca de un centenar de muertos. Y de los que han salvado la vida en el peor desastre natural del siglo, muchos lo han perdido todo.
Las tragedias de estas dimensiones marcan un antes y un después. No se terminan cuando acaban los rescates, ni luego con el duelo. Ni tampoco con la reconstrucción, que será larga y muy costosa. Porque junto al dolor y la impotencia hay también hay muchas preguntas.
Si la agencia Estatal de Meteorología decretó el nivel rojo a la mañana del martes, ¿por qué no se activaron antes los mecanismos de alerta para advertir a la población en Valencia y Albacete? ¿O es que un nivel rojo de alerta ya no es suficiente para entender la gravedad del aviso y hace falta, como dicen algunos expertos, un nuevo nivel de alerta negra? Si la predicción meteorológica funcionó, ¿por qué se activaron tarde las alertas y los mecanismos de respuesta?
¿En qué informes se basaron los gobiernos para creer que la DANA no sería tan grave? ¿Era esta tragedia realmente imprevisible o fallaron los sistemas de prevención? ¿Tuvieron las zonas de riesgo el apoyo y la asesoría que necesitaban del Ministerio de Transición Ecológica para prepararse? ¿Y la población? ¿Estamos verdaderamente concienciados del aumento de riesgo de los fenómenos climáticos extremos?
No resulta muy tranquilizador que nos quieran convencer de que todo funcionó correctamente porque con cien muertos obviamente no es así. Si se cumplieron los protocolos habrá que cambiar los protocolos. Porque la temperatura del Mediterráneo se está tropicalizando y los fenómenos meteorológicos extremos van a ser cada vez más frecuentes en algunas zonas. ¿Estamos preparándonos para ello? Si las grandes tragedias marcan un antes y un después, esta tendrá que cambiar muchas cosas. Lo más importante, cómo evitar que tanta devastación se repita.
¿Moraleja?
Es momento de apoyar a los afectados y luego aclarar cómo es posible que esto haya pasado.