Marta García Aller: "Kamala Harris ha sacado a Trump de quicio y el debate le ha sido propicio"
Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre el debate entre la candidata del Partido Demócrata, Kamala Harris, y el candidato republicano, Donald Trump, en el que todas las encuestas dan por vencedora a Harris.
No hay duda de que Kamala Harris ha ganado el debate. Una victoria abrumadora, al menos, seguro, frente a Biden. Lo primero que ha dejado claro el debate es que Harris es mucho mejor candidata que Biden, cuya actuación desastrosa en el primer debate de esta campaña le llevó a que fuera también el último. Este segundo debate de la campaña, a ocho semanas de las elecciones, era el primero para Harris, un poco menos desconocida después de estos 90 minutos. Fue un alivio para los demócratas verla firme y serena desde el primer momento. Antes incluso de que empezara el debate.
Harris estuvo a la ofensiva desde el principio. Nada más entrar en el escenario, la vicepresidenta tomó la iniciativa, cruzó el escenario y se acercó a Trump a estrecharle la mano con firmeza. Él mide 1,90. Ella, 1,62 (1,70 con tacones, ha explicado alguna vez) y, sin embargo, el gesto la engrandeció. Así que si la estrategia de Trump era intimidar incluso físicamente a la candidata, como en su día intentó con Hillary Clinton, esta vez no funcionó. La firmeza en el tono de la antigua fiscal dejó fuera de dudas la solvencia y la fortaleza de Harris. Y dudas había.
Y si la estrategia de Kamala Harris era enfadar a Trump, Trump mordió el anzuelo. Trump se mostró enfadado, alzando cada vez más la voz a medida que avanzaba el debate. Él intentó enfadarla a ella cuestionando su raza, pero ella estaba centrada en mostrarse como candidata de la esperanza, de la unidad y del cambio, la que puede curar las heridas de un país dividido, y no entró al trapo. En vez de abordar los ataques personales contra ella, criticó el historial de ataques racistas de Trump.
El mensaje más efectivo de Trump, el que cuestionaba a Harris planteando que si tantas ideas tiene por qué no las ha hecho en los tres años y medio en la Casa Blanca, llegó tarde en el debate, dejando su estrategia confusa. Trump se centró en meter miedo y, como siempre, mintió. Mintió mucho. Pero eso no es novedad.
¿Moraleja?
Kamala Harris ha sacado a Trump de quicio y el debate le ha sido propicio.