Marta García Aller: "Antes de declarar el final de la pandemia deberíamos cuidar mejor a los que nos han ayudado a salir de ella"
Marta García Aller reflexiona sobre el esperado final de la pandemia, que según la OMS está cerca, pero insiste en la necesidad de aumentar la inversión en sanidad.
Buenos días, Carlos
El fin de la pandemia está a la vista. Lo dice el director general de la Organización Mundial de la Salud. El mismo Tedros Ghebreyesus que tantas malas noticias nos ha dado en los últimos tres años, el mismo que tantas veces nos ha regañado por no hacer lo suficiente para frenar la pandemia o por confiarnos demasiado pronto. Por fin habla del fin de la pandemia. La noticia que llevábamos tanto tiempo esperando que ya no nos acordábamos de ella: "Aún no estamos allí, pero el fin de la pandemia está a la vista". Qué difícil celebrar los finales que llegan así, de cualquier manera, cuando ya nadie los espera.
Ghebreyesus ha puesto un ‘pero’ a las buenas noticias. A estas alturas de la pandemia ya sabemos que Ghebreyesus es muy de poner ‘peros’. Recuerda la OMS que para olvidarnos del Covid debemos seguir invirtiendo en vacunación, haciendo test para controlar nuevas variantes y mejorar los sistemas sanitarios.
Bien podríamos dejarlo aquí, en las buenas noticias de lo cerca que ya está el fin de la pandemia. Pero no sería justo mencionar de refilón eso de que necesitamos mejorar los sistemas sanitarios. No es una advertencia más. En buena parte de Europa el 40% de los médicos está tan cerca de la jubilación y nos estamos quedando sin profesionales de la salud. La OMS lo llama bomba de relojería sanitaria.
El problema ya estaba aquí antes del Covid, y digo aquí porque el sur de Europa se lleva la peor parte del continente. Y con la pandemia se ha agravado el problema. Muchos sanitarios murieron de Covid, otros quedaron agotados física o mentalmente y no hay relevo generacional. Según la OMS, en Europa un 90% de las enfermeras ha declarado que dejaría su trabajo. Falta mucho personal sanitario y los que hay están tan mal pagados que se están yendo.
¿Moraleja?
Antes de cantar victoria por el final de la pandemia no estaría mal acordarnos de cuidar mejor a los que nos han ayudado a salir de ella.