El tiempo Sommar
Sobre la intención de abolir el tiempo en una isla noruega.
El tiempo no se puede ahorrar, no puedes guardártelo para otro día. Nos lo advirtieron nuestros abuelos, pero casi nadie lo entiende hasta que le sucede: cuanto mayor te haces, más rápido pasa el tiempo, más pronto se acaba.Nuestra percepción del tiempo varía conforme envejecemos. Y la explicación está en la analogía del piloto automático. Es como cuando conducimos hasta el trabajo, en ocasiones puede que conduzcas durante un periodo de tiempo considerable sin que luego tengas un recuerdo real de todo lo que ha sucedido en tu camino hasta allí. En la inercia, el tiempo pasa pero es como si no lo hubiéramos vivido. El tiempo es tan relativo que es posible que sea el mayor de todos los misterios. ¿Pensemos en el Big Bang, antes del inicio de todo: había o no había tiempo? En relación a la naturaleza del tiempo no es sencillo encontrar respuestas. Sobre el tiempo, decía Einstein, que no es más que una ilusión. En cambio, cuando se le preguntaba por el tiempo a Pitágoras, el matemático proclamaba que el tiempo es el alma del mundo.
Una gran revolución ha comenzado en isla muy pequeña. Es una isla que está en Noruega, en la que viven poco más de 300 habitantes. Está al norte del Círculo Polar Ártico, en una comarca donde podría decirse que la luz pierde su relatividad. Porque allí -ahora mismo- siempre es de día. Es de día a todas horas. En la isla de Sommar, no hay noche desde el 28 de mayo al 26 de julio.Allí no existe ni un segundo de nocturnidad. En este momento, esa región del mundo es uno de los dominios del sol de medianoche. En cambio, cuando llegue el invierno, tendrán 69 días en los que las 24 horas serán nocturnas. Serán 69 días de oscuridad. Pero, para eso todavía queda algún tiempo.
Con tanta luz, sin que se haga de noche, en isla de Sommar no tienen tiempo para tener prisa. Y si no hace falta tener tiempo, por qué ceñirse a unos horarios rígidos, por qué no librarse del grillete de los relojes. Este es el planteamiento, de modo que lo que se proponen es directamente abolir el tiempo. ¿Acaso puede decirse que en la historia de la humanidad haya existido un propósito más revolucionario?
La mayoría de los habitantes de Sommar consideran los horarios un estorbo. En la isla es fácil ver al paisanaje cortando el césped después de la medianoche, a la luz del sol y de la luna. Es frecuente ver a los niños jugando al fútbol a las cuatro de la mañana. Para los habitantes de Sommar es natural que los jóvenes no tengan hora fija para volver a casa: no les pueden decir que vuelvan cuando se haga de noche, porque entonces no los verían hasta el mes de agosto.
Los vecinos de Sommar han votado. Han decidido democráticamente que quieren abolir el tiempo. Veremos cuál es la respuesta. De momento, ya les han confirmado que la iniciativa será estudiada en el Parlamento noruego después del verano, cuando al norte del Círculo Polar se haga de noche. Como gesto, proponen colgar relojes del puente de Tromso, que es el que separa la isla del municipio al que pertenece. Si en otros lugares cuelgan candados en los puentes, en Sommar proponen colgar directamente el símbolo del tiempo.