Hugo Silva: "Al malo se le permite un acting que el chico de la película no puede hacer"
El actor Hugo Silva viene a Más de uno a presentar su nueva serie, 'La cocinera de Castamar', en la que adopta el papel de villano y comparte pantalla con Michelle Jenner y Roberto Enríquez.
El actor Hugo Silva viene a Más de uno a presentar su nueva serie, 'La cocinera de Castamar', que ya está disponible en Atresplayer Premium, y nos habla de la experiencia de vivir un rodaje en tiempos de pandemia y de su papel como villano de la trama.
Cuenta que 'La cocinera de Castamar' se grabó en plena pandemia, lo que ha supuesto muchas dificultades, sobre todo a la hora de ensayar, ya que era "un desafío" hacerlo sin poder mirar la cara de la otra persona. También señala que "es un gustazo esa normalidad extraña de estar sin mascarilla" y que han tenido la suerte de que la serie está ambientada en el Siglo XVII.
Respecto a su papel, destaca que le hacía mucha ilusión tener un papel de villano y que está "encantado". "Lo interesante de ser el villano es que siempre hay algo detrás, siempre tiene que haber un motor de esa maldad", explica, y asegura que al malo se le permite un acting que "a lo mejor el chico de la película, que normalmente es el hilo conductor y la conexión con el público, no puede hacer". También recuerda que a los villanos se les suele coger cariño, aunque no quieras que triunfen y opina que su personaje "es de estos, aunque el público siempre es el que tiene la última palabra".
En cuanto al vestuario de la obra, detalla que las chicas llevan unos corsés preciosos, aunque es muy duro para ellas. "Los hombres tenemos suerte porque nos podemos vestir solos, ellas necesitan gente hasta para ir al baño", alega diciendo que no es la época más sencilla en cuanto a ropajes. A pesar de esto, dice que "el vestuario y la fotografía van a poner enseguida al espectador en situación".
Una 'estrella del rock' fallida
Además, hablamos con él sobre su futuro si no se hubiera dedicado a la interpretación y nos cuenta que, aunque desde pequeño quería ser actor, dejó aparcado esa idea en la adolescencia cuando conoció la música heavy. Relata que le gustaba mucho ACDC y que desde ese momento siempre se sintió una 'rock star'.
De hecho, llegó a tener su propio grupo musical, Inordem, del que era vocalista, aunque tuvo que dejarlo más tarde por los estudios. "Cuando conseguí entrar en la RESAD, me di cuenta de que era una suerte para mí porque no me lo esperaba, pero también me demandaba mucho tiempo", señala y añade que "no era ir a una escuela o a unas clases, como hacía hasta entonces", así que tuvo que dejarlo. "La inercia y la suerte me han traído hasta aquí", concluye.