Eduardo Mendoza explica durante su entrevista en Más de uno que tiene mal carácter, sobre todo se enfada consigo mismo, "no me gustan las personas torpes y yo lo soy". Además, confiesa que "siempre tienes en la cabeza una historia estupenda, y cuando la lees por tercera o cuarta vez, piensas: menuda chapuza, con las ideas tan buenas que yo tenía y hay un tonto que las escribe mal".
Por lo que reconoce estar mal consigo mismo y que le "gustaría empezar un proceso de separación". Aunque sí apunta que "normalmente se me pasea el alma por el cuerpo".
Por otro lado, Mendoza recuerda que él siempre escribe a mano sus novelas, antes que a ordenador, "hay que escribir a mano, todo lo que es literatura de creación hay que escribirla a mano", confirma. Asimismo, cuenta cómo va cambiando palabras y frases con bolígrafos de distintos colores para después hacer la composición.
Sobre su última novela 'El negociado del yin y el yang', en el que el protagonista, Rufo Batalla regresa a España "con la transición en marcha y con un país desengañado después de las primeras ilusiones de la transición" y rememora cómo vivió él esa época.
En cuanto a Cataluña, el escritor considera que sus variantes son casi todas malas, "hay un estado de malvivir, que se ha producido esta escisión social de ruptura de amigos, familia, que además no parece que vaya a conducir a nada"