Cómo detectar si tu hijo es un niño con altas capacidades y claves para reaccionar
Hablamos en Más de uno de personas que piensan, razonan y sienten de una forma diferente: es lo que llamamos personas con altas capacidades. Algunos testigos de estos "cerebros en llamas", como los denominan los neurobiólogos, nos cuentan su experiencia tratando con ellos y cómo fue el proceso de detección.
Las personas con altas capacidades son algo más que un cociente intelectual. Su vida está asociada a una alta sensibilidad a la hora de relacionarse y a una manera de pensar y razonar mucho más rápida que la del resto de personas. Esto, en muchas ocasiones, les lleva a ser mucho más vulnerables e intensos con sus emociones, lo que les puede afectar en su desarrollo escolar. Contamos a continuación algunas de las claves para detectarlo y testimonios de padres y personas con altas capacidades.
Hablamos en Más de uno de personas con altas capacidades con Alejandro Busto, psicólogo, codirector del Centro de Psicología CEIBE en Madrid y coautor del libro 'El genio que llevas dentro'. Busto nos cuenta que "altas capacidades y 'sobredotación' no es el mismo porque lo primero incluye todo tipo de talentos" y añade que hasta un 15% de la población podría tener este rasgo.
Explica que, cuando llegan a la consulta, la percepción de los padres respecto a lo que le pasa a sus hijos no suele ser asociada al optimismo, sino que consideran "que existe un problema". "Nosotros a las familias les damos la enhorabuena, porque tienen un niño que va a hacer lo que quiera con su vida si somos capaces de ayudarle", comenta. Además, detalla que hay aspectos que se asocian a las altas capacidades incluso en los bebés, donde la mirada "curiosa" juega un papel importante y que la precocidad a la hora de leer o andar también puede ser un factor a considerar.
También justifica que, del 15% de personas con altas capacidades que se supone que debería haber, apenas se detecta al 0,5%. "Es bastante triste que, al preguntar a un director de colegio o instituto cuántos niños de altas capacidades hay, te conteste que alguno hay", relata, y explica que hay más de los que creen y muchos de ellos necesitan ser detectados para poder ser tratados.
"No le entendían en el colegio"
Charlamos con Alba Rull, madre de un niño de 8 años con altas capacidades, que expresa que ella lo empezó a notar muy pronto, aunque en un primer momento lo achacó a una sensibilidad enorme. Cuenta que, aunque su hijo no fue precoz a la hora de andar ni de hablar, cuando entró en el cole empezó a manifestar que sus compañeros de clase eran muy pequeños comparado con él. "Me decía que les hablaba de cosas y ellos no le entendían", explica, y decidió informarse para entender un poco más lo que le estaba pasando. "Cuando me atreví a preguntar en el cole, la profesora me dijo que no era superdotado porque no destacaba en todo". Detalla que, además, allí lo veían simplemente como un niño de alta sensibilidad con mucho talento.
Al ver la negativa por parte del colegio, relata que decidió detectarlo en un centro profesional, donde "me confirmaron mis sospechas". "Una vez que lo entiendes, ya puedes aprender a manejarlo. Empecé a tratarlo como un niño con alta capacidad y la cosa mejoró bastante", aclara. Además, bromea diciendo que ahora le toca informarse todo, por ejemplo, agujeros negros, porque su hijo le hace muchas preguntas que ni ella sabe contestar. "Es como una aventura, con ciertas dificultades, aunque es muy enriquecedor, sobre todo porque sabes cómo ayudarle", concluye.
"Montañas rusas emocionales"
Por otra parte, hablamos con Rafael Gil, adulto de altas capacidades y padre de tres niños que también lo son. Cuenta que empezaron a informarse sobre el tema cuando el más pequeño empezó a dar problemas en el colegio y, al ir a un centro especializado, les dijeron que eran "niños brillantes". "Es una maravilla ver a un niño de altas capacidades cuando realmente le apasiona un tema, pero cuando en el cole no le están adaptando, se convierte en un problema constante", explica.
Además, desde su propia experiencia, manifiesta que son personas muy sensibles y que "parece que nos faltan capas" porque lo viven todo muy intensamente cuando hay un problema. Relata que una de las principales claves para empezar a sospechar si tu hijo es de altas capacidades es fijarse en si sufren "montañas rusas emocionales".
Asimismo, charlamos con Rodrigo, joven de 22 años con altas capacidades, que fue detectado a los 14 años. Ahora, estudia una doble ingeniería ambiental y de la energía y explica que fue su madre la primera en darse cuenta de que era diferente a los demás. "Se fijaba mucho en cómo me relacionaba en el colegio y en lo sensible que era", expresa. Además, respecto a si la gente de su entorno sabe que es una persona con altas capacidades, cuenta que él ha vivido con esto durante toda su vida, pero que no lo detectaron hasta los 14 años, por lo que no le da mucha importancia. "Solo lo cuento cuando alguien me dice que soy muy listo", concluye.
Dónde acudir
Si tienes sospechas de que tu hijo podría ser una persona de altas capacidades y lo ves reflejado en algunos de los testimonios, lo mejor es acudir a un profesional. Para ello, la Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST) ha creado un sitio web informativo, con la colaboración de la Obra Social “La Caixa”, que trata de explicar conceptos, así como fomentar actividades y noticias relacionadas con este ámbito.