Page: "El PSOE está en un laberinto del que no tengo claro que haya salida"
El presidente de Castilla-La Mancha opina en 'Más de uno' sobre el ultimátum del PSOE a Ábalos por el 'caso Koldo' y define la actual legislatura como "una prueba de estrés permanente" por las alianzas del Gobierno de Sánchez.
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Emiliano García-Page opina en 'Más de uno' sobre el 'caso Koldo' y el ultimátum que el PSOE dio a José Luis Ábalos para dejar su acta de diputado. "Tengo poca información, pero imagino que acabará dimitiendo del cargo, porque es un momento muy grave, una persona de confianza desde el origen de esta etapa del partido y él sabe lo que significa no ofrecer el puesto de diputado".
El presidente de Castilla-La Mancha considera que en el cargo "lo coloca la dirección del partido" y la dimisión se la plantea el mismo equipo, aunque defiende a Ábalos: "Espero que se aclare todo, pero de él siempre he tenido la impresión de que no venía a la política a lucrarse personalmente. Pero eso no quiere decir nada para lo que significa la responsabilidad política".
En este sentido, aprueba el ultimátum del partido a Ábalos, pese a discrepar con la dirección del PSOE en otras aspectos. "Esa responsabilidad política salta a la vista y la dirección hace bien en plantear un listón claro y evidente, porque es su responsabilidad. Cuando la dirección del PSOE le plantea que tiene que dejar el acta marca un antes y un después, y miedo a lo que pueda decir no hay", dice, a lo que añade que de Santos Cerdán tampoco siente que se haya querido "lucrar" personalmente: "Es difícil delimitar el concepto de responsabilidad, pero tampoco vamos a examinar al cura que dio la primera comunión a Koldo".
La desafección del electorado hacia el PSOE
En cuanto a la desafección política con el PSOE que el propio Page ha criticado en alguna ocasión, el presidente de Castilla-La Mancha ha insistido en que el "mayor riesgo" al que se enfrentan los socialistas es que la gente "termine por no reconocer" al partido: "Hay una desafección rápida o lenta. Desde 2020, fundamentalmente a raíz de los pactos con Podemos o con el independentismo, se generó una especie de ruptura del perímetro del espacio concreto que nos definía como PSOE".
"Todos los socios que tenemos tiran hacia la radicalidad, lo de Junts ya es de nota, y te empujan", ha añadido Page, que también cree que el PSOE siempre se ha caracterizado por "manejarse en una actitud y talante muy centrado y polivalente": "Desde el 2020 los resultados han sido negativos, salvo alguna excepción".
"Hay gente que, cuando pasan elecciones, se pasa a la segunda equipación, y cuando la gente espera verte de un color se pasa al otro".
Así, piensa que el PSOE sigue siendo "una organización muy fuerte", pero que hay que "adaptarse a las circunstancias": "No se trata de melancolía, pero sí de tener claro lo esencial. Ese espacio definido, progresista, y quien intenta que lo olvidemos son los partidos con los que pactamos, que tiran a lo suyo. Un pacto obliga a cesiones, pero todo tiene una proporción y límites. Hay demasiada poca gente, pocos partidos, que mandan mucho y son minoritarios. Esto se ha convertido en una prueba de estrés permanente".
Por ello, Page asegura que la situación del PSOE es la de "un laberinto" del que no tiene claro que haya salida. "Hay muchísima gente que no comparte lo esencial, otra cosa diferente es que los partidos tienen a mantenerse de pie. Que nadie espere que juguemos a demoler el edificio, es más fácil cambiar los inquilinos", ha dicho sobre las críticas a su persona por no dar un paso más hacia la toma de decisiones en el seno del PSOE.
Sobre las declaraciones de María Jesús Montero en las que afirmó que Page se había "cambiado de camiseta", el presidente castellanomanchego ha querido subrayar que "hay gente que, cuando pasan elecciones, se pasa a la segunda equipación, y cuando la gente espera verte de un color se pasa al otro": "Ni se imagina la cantidad de gente que sintoniza con los planteamientos que hago. Es evidente que ahora hay mucha contradicción y hemos ido perdiendo confianza de la opinión pública, y la sintonía no es la misma que antes".
Page también ha elogiado a Felipe González, del que dice que "sigue siendo un GPS perfecto para saber cómo orientarse", y ha dicho que ha pensado en alguna ocasión en "dejar la política en general": "El día que me sienta absolutamente incompatible debo dejar mi militancia si quiero ser coherente. No es que haya pensado en dejarla, es que he pensado en dejar la política en general".
"Hay demasiada cesión a elementos minoritarios de la política española. ERC y Junts han sacado de los peores resultados y sin embargo son decisivos".
"Vivimos con demasiadas cesiones a elementos minoritarios de la política española. ERC y Junts han sacado de los peores resultados y sin embargo son decisivos", ha dicho Page, a lo que ha añadido que "en la vida hay que ir de frente y decir que queremos un proyecto mayoritario y no de quién será la muleta en la que nos apoyaremos".
El dirigente ha recordado que hace un año se hablaba más de su gestión y cómo podía revalidar la mayoría absoluta, un discurso que ha virado hacia la política nacional. "Llevé muy mal que 15 o 20 días antes de las autonómicas, casi todos los alcaldes y presidentes daban por hecho que se iba a revalidar. Y fue dramático que se hablaba más de Bildu que de la gestión que hacemos. No deja de ser enormemente duro".
Por último, sobre las palabras de Jordi Sevilla, no cree que su situación personal en el PSOE sea de "estalinismo", sino que comenta que "hay que alimentar la crítica". "Cuando estaba hablando con los presidentes del PP, esperando a los reyes en la fila, me hicieron una cumbre. Sería importante alimentar la crítica, es bueno la opinión y la pluralidad".