El Gobierno y sindicatos aprobaron ayer la subida del salario mínimo interprofesional en 15 euros mensuales. Esta medida, de carácter retroactivo que se aplicará desde el 1 de septiembre, no cuenta con el apoyo de la patronal, que prefiere esperar a la recuperación completa de la economía tras la crisis derivada de la pandemia.
El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, defiende en 'Más de uno' que "en estos momentos no es conveniente esa subida" del salario mínimo, que ha subido el 30% en los últimos tres años. Entre los motivos principales para oponerse a este incremento salarial, Garamendi destaca los inconvenientes que puede suponer para las pequeñas empresas y agricultores de nuestro país, a los que le será "muy difícil" implementar esta subida.
Además, el presidente de la CEOE califica esta medida como "una paradoja" porque las administraciones públicas exigen a las empresas que suban el salario mínimo de sus trabajadores, pero en los contratos que estas empresas tienen con las administraciones no verán indexados ese coste. Una situación que Garamendi resume con la frase: "te invito a cenar, pero paga tú la cena".
La subida del salario mínimo interprofesional provocará una mayor economía sumergida, lo que repercutirá en la menor recaudación de impuestos, y se perderán muchos empleos. Asimismo, Garamendi advierte de que en un futuro, esto puede romper la negociación colectiva.
Por tanto, recuerda que el 98% de las empresas españolas tienen menos de 10 trabajadores y son esas empresas familiares las que van a sufrir las consecuencias de este incremento salarial.
"Me gustaría que todos los diputados y políticos cogieran a una persona con salario mínimo y crearan empleo", dice el presidente de la patronal para que "supieran lo que significa facturar y crear empleo en este país". Así, considera que esta es una medida tomada "en clave política", en lugar de tratarse de "un planteamiento serio".