Fernando Rueda explica en 'La Rosa de los vientos' la génesis de Greenpeace, la organización ecologista cuyo origen tuvo lugar hace cincuenta años cuando un grupo de jóvenes estadounidenses trató de impedir una prueba nuclear en Alaska.
Amchitka, la isla más meridional de la cadena Aleutianas que cruza el Mar de Bering desde América del Norte, fue el escenario que la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos determinó para realizar la detonación de armas nucleares bajo tierra y comprobar su impacto. Entonces, una serie de jóvenes decidieron encarar esta situación perniciosa para la naturaleza y sus ecosistemas y se enfrentaron a la inteligencia norteamericana.
"Este mes de septiembre se cumplen cincuenta años de este hecho que marcó el comienzo de una nueva época en el ecologismo", manifestaba Rueda antes de explicar que este suceso determinó el nacimiento de Greenpeace.
Y es que la detonación sí se produjo y fue tremendamente dañina para la flora y fauna: el océano, por ejemplo, se calentó a tal nivel que miles de especies marinas desaparecieron en un instante. El grupo activista, inicialmente conocido como "Don't Make a Wave Committee", se erigió en una Organización ecologista que desde entonces aspiraría a cuidar la naturaleza pese a cualquier interés político o económico.
Fernando Rueda ha explicado que el auge de los grupos ecologistas derivó en una mayor vigilancia ejercida sobre ellos por parte de los servicios de inteligencia.
"Los servicios de inteligencia occidentales -incluidos los de España- siempre han estado muy pendientes de los movimientos verdes catalogados de izquierdas debido a que se pensaba que podían estar infiltrados por la URSS y, en muchos casos, así era", concluía.