El monólogo de las ocho: "El PSOE va a conseguir encontrar mil nombres para la amnistía sin llamarla amnistía"
Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre el debate de investidura.
Madrid | 27.09.2023 21:16
La noticia a esta hora es que está corriendo el reloj, es uno de los efectos que tiene la celebración de un pleno de investidura fallido. Que comienza a correr la cuenta atrás hacia unas nuevas elecciones y esa cuenta atrás sólo pueden ser interrumpidas si hay un candidato con los apoyos suficientes para ser investido presidente.
Si eso no ocurre. El 14 de enero lo españoles regresarían a las urnas. Un inciso: ¿Por qué se creen que eligió esta fecha Francina Armengol para la investidura de Feijóo? Ahora dicen que es que Feijóo quería enredar durante un mes. Hombre, puede ser que quisiera darse tiempo por si obraba el milagro, pero lo primordial era asegurarse de que si hay nuevas elecciones no fueran en Nochebuena o en la víspera.
¿Quién nos dice que el candidato que presenta el PSOE a la investidura no es Óscar Puente?
Corre el reloj y eso significa que Pedro Sánchez, que tan convencido está de que habrá un gobierno plurinacional, explicará qué es lo que le va a dar a Carles Puigdemont a cambio de su apoyo. Saldrá del parapeto de Oscar Puente. Bueno, igual quien lo explica es Óscar Puente que ya nada nos puede llamar a sorpresa. Es más, ¿quién nos dice que el candidato que presenta el PSOE a la investidura no es Óscar Puente? Ayer le preguntábamos que por qué había salido él a replicar a Feijóo y nos contestaba que no estaba escrito en ningún lado que tuviera que ser Sánchez. Tampoco está escrito que tenga que ser Sánchez quien proponga el PSOE.
Es una broma evidentemente. Lo que probablemente ocurrirá ahora es lo que podríamos llamar la amnistía esquimal. Ya saben que se dice que los esquimales distinguen mil tonos del blanco. Verán cómo el PSOE consigue encontrar mil nombres para la amnistía sin llamarla amnistía. Pero con los efectos de la amnistía. Por ahora están buscándolos.
Este ha sido el resultado obtenido en la primera votación de la investidura de Feijóo. Lo previsto. 172 votos a favor. Los del PP, Vox, CC y UPN. No ha habido fugas en ninguna de las formaciones que habían anunciado su rechazo. Aunque ha habido un momento en que se erizaron los vellos de los presentes porque el socialista Herminio Rufino Sancho dijo Sí. Ahora lo van a escuchar, pero antes les explico el contexto. El voto en una investidura se hace de viva voz. El diputado Herminio se levantó y dijo sí. Es muy divertido ver la cara de su compañero del escaño de al lado, que le dijo: ¿estás loco? Y corrigió muy azorado. Luego en los pasillos dio una explicación algo extraña.
Por cierto, Herminio Rufino Sancho es el diputado que pusieron en lugar del que eligieron lo militantes aragoneses. Que es Ignacio Urquizu. Es un dato interesante. Urquizu es uno de los políticos socialistas más valiosos, mejor pertrechados intelectualmente. Pero, Sánchez no le ha perdonado.
Anécdotas aparte, lo interesante de la sesión fue el intercambio de Feijóo con los nacionalistas vascos del PNV y de Bildu.
Aitor Esteban y Mertxe Aizpurua explicaron las razones de su 'no'. Había mucho interés por escuchar el cruce de argumentos entre el candidato y el portavoz del PNV. Porque fue uno de los primeros grupos a los que acudió en busca de apoyo. Creo que fue el mejor momento parlamentario de todo el pleno de investidura, donde lo afilado del verbo no impidió lo cortés de las formas. Es posible. Se puede debatir así.
Aunque el intercambio ha sido duro. Tanto que probablemente las relaciones entre el PP y PNV salen peor de este pleno.
Lo que le decía Feijóo. Oigan, que Bildu les está comiendo el terreno. Que ustedes no están sacando nada en claro de su sociedad con Sánchez. Que ustedes mismos reconocen que les ha engañado. Eso es verdad que le ha dolido, porque el PNV asiste algo paralizado al crecimiento de Bildu. Aitor Esteban le opuso la metáfora de la ballena.
Ahora que Feijóo ha querido hacer una distinción muy clara. El PNV no es Bildu, dice. De hecho ningún partido de la Cámara es como Bildu.
Lo que se cuestiona en realidad no es Bildu, sino que Sánchez lo haya convertido en socio prioritario
Y tiene razón en esto. A pesar de los lamentos que ha despertado en el coro de los blanqueadores de Otegi. Porque ahora acusan a Feijóo de haber sido durísimo con Bildu. Es curiosa la demencia que aqueja a algunos. Que prescriben olvido para lo reciente y memoria para lo remoto. Les parece más cercano 1975 que 2009. 2009, que es el último atentado mortal de ETA en España. Una bomba lapa con la que asesinaron a los guardia civiles Carlos Sáenz de Tejada García y Diego Salva Lezaun. Es que Bildu está dominado por Sortu, que lleva a un exjefe de la banda David Pla en su cúpula.
Es que Bildu sigue homenajeando a los asesinos, por serlo, y también los lleva por decenas en sus listas, como en las pasadas municipales. Pero, no se le puede recordar a Mertxe Aizpurua que ella misma fue condenada por enaltecimiento del terrorismo. No vaya a ser. Con la alegría que se tacha de fascistas a cualquiera que se sitúa un milímetro a la derecha de Sánchez y lo que cuesta llamarle a Bildu lo que es. Lo que por cierto, no es cuestionar su legalidad. La Herri Batasuna de Jon Idígoras ya era legal y hacía vida parlamentaria. Lo que se cuestiona en realidad no es Bildu, sino que Sánchez lo haya convertido en socio prioritario.