EN LA BRÚJULA

El monólogo de las ocho: "Nueva idea en el concurso para salvar a Carles Puigdemont"

Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre Sánchez y la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la Fiscalía y el Terrorismo y el agua para Cataluña.

Rafa Latorre

Madrid |

Antes de nada la noticia que saltaba a las agencias de todo el mundo a media tarde. Justo hace una hora, a las siete de la tarde. Al Rey de Inglaterra Carlos III le han diagnosticado un cáncer. Ha sido detectado durante la intervención en la próstata a la que se había sometido pero el Palacio de Buckimgham no ha divulgado qué clase de cáncer es. Corresponsal Celia Maza, Buenas tardes

Se abre paso una nueva idea en el concurso para salvar a Carles Puigdemont y saldar así el precio de la investidura. Esta idea está patrocinada por Pedro Sánchez, nada menos, no es el globo sonda filtrado a un diario o una ocurrencia de un ministro para salir del paso. Después de haber explorado la posibilidad de una redefinición del terrorismo, ahora lo que se pretende, a expensas siempre de que Puigdemont lo acepte, es una reforma de la ley de enjuiciamiento criminal para acortar los plazos de instrucción y así no estar legislando en función de cada paso que dan los jueces.

Lo ha confirmado Pedro Sánchez en una entrevista muy interesante en La Sexta, con Antonio García Ferreras en Al Rojo Vivo. Una entrevista que se resume en que pase lo que pase, Sánchez tiene la determinación de que la ley de amnistía sea aprobada.

Pase lo que pase, Sánchez tiene la determinación de que la ley de amnistía sea aprobada

Al final la idea es muy sencilla y es el espíritu del mandato de Sánchez. Esto no consiste en gobernar para transformar un país sino en transformar un país para poder gobernarlo. Y lo que Sánchez piense sobre la reforma en cuestión da igual, lo fundamental no es lo que piense sino lo que necesita.

Este de la Ley de Enjuiciamiento Criminal es un ejemplo perfecto de ello. Acabar con la limitación de los plazos de instrucción fue nada menos que una promesa en el debate de la moción de censura que le llevó al Gobierno. ¿Por qué? Porque según Sánchez era una forma berlusconiana de proteger a los corruptos de la persecución de la Justicia.

Ahora Sánchez necesita urdir una forma berlusconiana para proteger a sus corruptos de la persecución de la Justicia.

Esto era lo que necesitaba decir en 2018. Cuando llegó al poder mediante una moción de censura que según su lógica actual bien se podría calificar de lawfare. Pero, ahora Sánchez necesita urdir una forma berlusconiana para proteger a sus corruptos de la persecución de la Justicia. Así que adelante con la reforma de la ley de enjuiciamiento criminal.

Ahora veremos si a Carles Puigdemont le satisface esta solución creativa… que es quien tiene la última palabra sobre cómo se deben los instruir a partir de ahora los casos en España. Es tal el esfuerzo creativo que se está poniendo en liberar a Puigdemont de sus problemas con la Justicia que cualquiera diría que este el problema de España. No, este problema germinal de Sánchez porque si no lo soluciona no hay legislatura. Luego Sánchez pretende crearle otros problemas del todo ficticios a los españoles, como este de la canción de Eurovisión. Cuyo planteamiento denota qué clase de mentalidad binaria tiene Sánchez.

Vamos a ver esto es o Fachosfera o Zorra. No hay matiz. Quiero decir, pongamos por caso, no te puede dar igual la canción de Eurovisión. O es más, creer que es una canción bastante floja en el sentido de que es lo menos original o novedoso que hay: porque es meter tres cuartos de las Vulpes y un cuarto de Rigoberta Bandini en la turmix y ponerle una puesta en escena bastante precaria y mandarla a Eurovisión. Pero, vamos que sin ninguna otra consideración moral.

Oye… o te puede desagradar. Pero es que yo creo que nunca había habido un presidente que de forma tan deliberada insultara constantemente a una parte de sus gobernadas o pretendiera enfrentarlos en un combate binaria de facciones de un maniqueísmo feroz. O zorra o facha.

Bueno, pero desgraciadamente España tiene otros problemas, qué le vamos a hacer. Alguno con pinta de ser bastante urgente, como la falta de agua que ha provocado severísimas restricciones al consumo de agua en Cataluña. No es la guerra del agua, porque se está produciendo en términos más pacíficos pero ha traído algunos recuerdos, como este del expresidente José María Aznar en un acto con Ayuso en el aula magna de la Universidad Francisco de Vitoria.

Cataluña no ha construido ni una desaladora en todos estos años de fantasía identitaria

Desde luego que el trasvase del Ebro es debatible, luego se optó por otro modelo: el de las desaladoras. Es una infraestructura que deja una considerable huella de carbono y que convierte en agua dulce el agua salada del mar. Lo que es un hecho incontrovertible es que Cataluña no ha construido ni una desaladora en todos estos años de fantasía identitaria en los que sus dirigente se fueron construyendo todo tipo de estructuras de republiqueta, como una red de embajadas o una agencia espacial. No sólo… no sólo… es que se hizo de la insolidaridad un discurso. España ens roba, y tal. O sea, que en lugar de la necesaria pedagogía sobre lo necesarios que son los afectos entre los ciudadanos, se cultivó como nunca el narcisismo de la diferencia.

Se agradece que ahora que tantos españoles en Cataluña necesitan de la ayuda de sus vecinos no se corresponda con semejante discurso, que es uno de los peligros que tiene el nacionalismo. Sembrar la discordia en propios, claro, pero también en ajenos.

El Gobierno ya ha notificado al presidente valenciano, Carlos Mazón, que es probable que envíen barcos para llevar agua de las desaladoras valencianas a Cataluña, para paliar en lo posible la situación crítica que están atravesando sus ciudadanos.

Afortunadamente la respuesta de Mazón ha sido más solidaria que la que la Generalitat de Cataluña trasmitió cuando quien necesitaba agua urgente eran sus vecinos del sur.

Ahora que es inevitable que resuciten las viejas cuitas regionales. Que no entienden de ideología, es que es lo que tiene el agua, que en su liquidez pasa por encima de siglas e ideologías. Por ejemplo la del trasvase Tajo Segura, que enfrenta a valencianos y castellanomanchegos. Escuchen al presi de la Generalitat Valencia, Carlos Mazón, y al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

VÍDEO DEL MONÓLOGO