El monologo de las ocho: "El Gobierno está pensando en cómo favorecer la causa de los independentistas que le sostienen"
Rafa Latorre da su visión en La brújula sobre la reforma del delito de sedición y los Presupuestos Generales del Estado.
Madrid | 25.10.2022 20:40
La reforma del delito de sedición es una urgencia para apenas un puñado de condenados. Ahí lo perverso de todo, que las reformas legales no se deben hacer pensando en los que delinquieron sino en los futuros delincuentes y esta reforma prometida y comprometida se haría únicamente pensando en el beneficio muy concreto de una causa política y unos condenados con nombres apellidos.
En este caso el Gobierno está pensando en cómo favorecer la causa de los independentistas que le sostienen, porque la consecuencia de la más que posible reforma sería la rehabilitación política de los procesistas, el regreso de los fugados y el refuerzo de los argumentos del recurso que han elevado a la justicia europea.
El Gobierno está pensando en cómo favorecer la causa de los independentistas que le sostienen
Y es verdad que se trata de una promesa expresada en el debate de investidura, tan cierto como que si no se hubiera expresado esa promesa, Pedro Sánchez no habría sido investido. Aquella investidura fue negociada con un preso de la cárcel de Lledoners, directamente. Todo esto es sabido y conocido. Lo que resulta asombroso es que sea justo ahora cuando aquella vieja promesa ha vuelto al centro la conversación pública. Aunque quizás todo esto tenga una explicación.
El desmentido más inverosímil que se habrá escuchado desde hace tiempo es este que dice que la reforma de la sedición no tiene nada que ver con la negociación de los Presupuestos. O sea, que rumbo a unas elecciones en las que los barones no quieren ni oír hablar del independentismo y sus sediciones, a Sánchez se le ocurre poner en circulación este tema por mero escrúpulo programático. Pero cuándo le ha importado una promesa a Sánchez.
¿Que no hay mayoría para aprobarla? Hombre Podemos, Bildu y Esquerra querrían que el delito de sedición desapareciera del Código Penal, bueno casi querrían que desapareciera el código penal mismo, pero ¿acaso van a votar en contra de una rebaja de las penas por sedición?
Casi querrían que desapareciera el código penal mismo
Lo cierto es que la ministra de Justicia Pilar Llop ha argumentado muy bien las razones por las que no debería acometerse esta rebaja de las penas de sedición Es cierto todo lo que dice, el problema es que el Gobierno al que ella pertenece promete hacer exactamente lo contrario, una reforma ajustada a casos concretos, en una coyuntura muy determinada, al calor de la necesidad de apoyos parlamentarias y con el rechazo de la mitad de la cámara y del único partido con posibilidad de alternarse en el poder con el PSOE.
Cuca Gamarra, la portavoz del PP, ha expresado la posición de su formación respecto de una reforma del delito de sedición. Ojo, que además están en plena negociación para la renovación de los magistrados del órgano de gobierno de los jueces.
Esto que lo que está ocurriendo tiene su miga: por un lado Sánchez dice que quiere renovar con el PP tanto el CGPJ como el Constitucional. Por el otro lado se dice partidario de una reforma que serviría para reducir las penas de personas concretas que permanecen huidas y con procedimientos judiciales en marcha. Y lo verdaderamente grave es que algunas de esas personas concretas son sus socios, como por ejemplo la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira. Esta reforma tendría una consecuencia inevitables, desacreditaría la sentencia del Supremo y abocaría a una derrota de la justicia española en Europa. O sea, cargaría de argumentos a los independentistas para descrédito de los jueces que en buena lid los condenaron.
Normal que los barones socialistas estén aterrados pensando en que van a tener que cargar con ese fardo hasta las elecciones de mayo. Normal que Alfonso Guerra se sienta enajenado del que es su partido. No entiende en fin, que a cambio de unos Presupuestos, el Gobierno vaya a impulsar una reforma del delito de sedición hecho a la medida de los condenados. Aunque Guerra ha sido noticia por otra circunstancia. Se les ha olvidado invitarle a los fastos de la victoria socialista del 82.
Es un descuido de nada. Al fin y al cabo, Guerra en el 82 qué era, ¿el número dos de González? Al fin y al cabo, ¿acaso es el fundador de una corriente con su nombre aun vigente?¿Acaso es longevo diputado desde las cortes constituyentes hasta ayer mismo? ¿34 años en la bancada socialista?
Él aludía a la reescritura de la historia del estalinismo, lo suyo al menos ha sido más discreto que lo de Hu Jintao. Pero sí, todo indica que el PSOE de hoy, con su permanente impugnación generacional está aquejado de un serio problema de adanismo. Sobra demasiada gente allí. Se les ha quedado vieja Carmen Calvo, no se acuerdan de Alfonso GUerrra, al parecer ya lo han arreglado, han cursado una invitación urgente para que Guerra acuda a la celebración de este sábado en Sevilla.
Ahora que menciono a Carmen Calvo. El PSOE ha pedido una última semana para presentar enmiendas a la ley trans. O sea que sigue retrasándose su tramitación. En el partido hay una crisis evidente que se traduce en esta zozobra que lleva a ir ganando tiempo, porque por un lado, Podemos considera que es irrenunciable la autodeterminación de género que la ley reconoce y las feministas del PSOE consideran que es inasumible. No crean que es algo demasiado distinto de lo que está ocurriendo con la reforma de la sedición, porque en el fondo todo forma parte del mismo proceso.
El PSOE vive sometido a una tensión diabólica. El gobierno necesita, por un lado, prolongar como sea la legislatura, porque en las actuales condiciones no puede presentarse a unas elecciones. Pero la única forma de hacerlo es pagando facturas que sólo se agravan la situación del PSOE. Y de ahí esto de la sedición que tanto soliviante en Andalucía, Castilla La Mancha o Aragón y de ahí que se exponga a un desgarro interno en un asunto como el de la ley trans.