El monólogo de Alsina: Lujuria mitinera
Hay quien lo hace una vez a la semana. El sábado, que hay menos prisa y puede uno recrearse en los preliminares. Hay quien lo hace una vez al mes y hay quien no lo hace. Y luego están los que le dan al tema mucho más a menudo. Los hay que no perdonan un día: tienen que hacerlo por lo menos una vez. Si están con ganas, hasta dos veces: uno por la mañana...