La mirada cítrica: No se podrá desahuciar a las familias vulnerables que hayan ocupado una casa sin utilizar la violencia
Ignacio Rodríguez Burgos analiza la actualidad económica con su particular mirada en este programa de La Brújula marcado por el decreto sobre consumidores vulnerables.
Este jueves Juanra, el Parlamento ha convalidado el decreto sobre consumidores vulnerables impulsado por el ministro Alberto Garzón. En este decreto, en una de sus disposiciones se establece que no se podrán desahuciar a las familias vulnerables que hayan ocupado una casa sin utilizar la violencia. Para la oposición esto representa legalizar la ocupación. Para los expertos y el sector de la vivienda supone incrementar la inseguridad jurídica y pone en solfa el sistema de contratación. Y esto ocurre el mismo día en el que hace más de 80 años se estrenaba Una Noche en la Opera de los Hermanos Marx.
La pandemia ha generado importantes cambios en los hábitos de consumo. Las restricciones, limitaciones y confinamiento ha provocado que los consumidores utilicen más el canal online, que las compras se realicen en establecimientos más cercanos y también, y es destacable, que las compras sean más emocionales. Tenemos las emociones a flor de piel.- El futuro duda hacia que estrella tirar.
Las ventas del textil se estrellan. Se destejen un 53%. Ni las rebajas frenan las caídas cuando las principales preocupaciones de los españoles está en la pérdida de ingresos y del empleo, según una encuesta mundial de IPSos para el Foro Económico Mundial. En este barómetro los españoles son los europeos más pesimistas. En Europa la preocupación se centra en la salud física y mental. Aquí el paro nos asusta más.
El líder de Comisiones Obreras, Unai Sordo, es más optimista. Cree que en cuanto se controle la pandemia habrá un fuerte crecimiento económico y de empleo. La ministra Calviño añade que se elevará el consumo. Pero esta subida de consumo, cuando llegue, llegará tarde para los 85.000 bares cerrados en España durante el pasado año. Hostelería de España asegura que las pérdidas del sector superan los 70 mil millones de euros. Por eso los hosteleros reclaman al Gobierno ayudas directas. Se consideran el chivo expiatorio de la lucha contra el virus.