LA BRUJULA

La mirada cítrica: La deuda pública roza ya el 123% del PIB

Ignacio Rodríguez Burgos analiza con su particular visión la actualidad económica en La Brújula

ondacero.es

Madrid | 30.09.2021 21:34 (Publicado 30.09.2021 21:31)

El abogado general de la Unión Europea considera discriminatorio el régimen laboral español de las empleadas del hogar. Esta es la contestación a la reclamación de una trabajadora por no poder acceder al paro en un colectivo altamente feminizado. Se considera que hay discriminación por sexo.

A los pasajeros de Renfe se les ha quedado la cara seria por culpa de la huelga de los maquinistas convocada por SEMAF. A las cancelaciones ya programadas, Renfe ha tenido que sumar hoy centenares de anulaciones de trenes a última hora. La compañía afirma que el SEMAF no ha respetado los servicios mínimos. El sindicato trabaja la responsabilidad en la dirección. Entre unos y otros, lo cierto es que miles de pasajeros han viajado como sardinas en lata cuando han podido viajar tras largas esperas en andenes abarrotados, incluso ha habido interrupciones de servicios, sobre todo en Cataluña. Mañana, por cierto, habrán más paros.

Ahora que hablamos de trenes, sepan ustedes que al final del túnel ya no hay luz que valga. La electricidad es muy cara para contar con una bombilla desfallecida señalando el fin de la crisis. A esta hora el megavatio cuesta 221 euros en el mercado mayorista. Mañana el precio medio salta a los 216 euros y el pico máximo a los 230 euros. En un año, la electricidad se ha multiplicado por cinco. Solo en el mes de septiembre, el recibo de la luz que llega a casa, por mucho que diga el Gobierno, marca los 103 euros de media, es decir, que se ha encarecido un 54% el recibo de la luz.

Terminamos a media luz mientras el Gobierno intenta por todos los medios asegurar la llegada de gas natural para este invierno, no vaya a ser que la carestía del precio sea una inseguridad del suministro.

No solo sube la luz, también suben los combustibles. El precio del diésel marca máximos de 2014. Todo esto termina empujando la inflación al alza en un cóctel explosivo: Precios más altos, costes más elevados, pérdida de poder adquisitivo de la familia, menor competitividad de las empresas y de la economía.

Sin embargo, con una inflación del 4% también aumenta la factura de las pensiones, 4500 millones de euros y para redondear, el deterioro de las cuentas públicas, la deuda presenta nuevos máximos, roza ya el 123% del PIB.